Un Amor en el Tiempo y ¿Un Futuro Adelantado? [Miraculous Ladybug Fanfic]

Especial- "Nuestro Milagro"

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22 . 11 . 2017

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Pov. Adrien

Me asomé por la puerta con cuidado de no hacer ruido y mi corazón sintió una ráfaga de calidez única. Entré en la habitación cerrando la puerta, para que cualquier ruido del exterior fuese menor, y caminé hasta la cama para sentarme con suavidad en el borde de esta.

Estaba maravillado con la imagen frente a mí:

Marinette tendida de lado sobre nuestra cama con Emma entre sus brazos. Su delicado cuerpo estaba sobre el antebrazo de Marinette mientras que su mano la sostenía con cuidado manteniéndola cerca de ella y la manito de Emma agarrada al meñique de mi chica cuyo rostro reflejaba su cansancio.

Estaba agotada.

Hasta hace una horas estábamos en el hospital. Marinette alimentó a Emma allá y con todo en orden volvimos a casa. El taxi nos dejó en el departamento y al entrar casi obligué a Marinette que fuera al cuarto a descansar. Testaruda como siempre dijo que no era necesario, pero sus facciones débiles gritaban por algo de sueño. Yo me encargué de todo y dejé que descansaran.

Mi niña apenas tenía un día y medio de vida.

Todo había pasado demasiado rápido, de repente ya habían pasado los nueve meses y estábamos a la espera de que Emma estuviese lista para venir al mundo.

Marinette me cedió su miraculous luego del cuarto mes de forma ocasional, dos meses después Misterbug tomó su lugar como líder del equipo cuando lo requería y debía admitir que aún me estaba acostumbrando a tener a Tikky conmigo. El equipo había crecido y de verdad era de gran ayuda, más en los patrullajes nocturnos. Me daba pena dejar a Marinette sola las primeras veces, claro que ella me convencía de que no era para tanto, que estaría bien, aunque no duró mucho porque a medida que pasaba el tiempo sus dolores se volvían más intensos hasta el punto de llamarme en medio del recorrido para que estuviese con ella. Sabía que iba a llegar la etapa en la que necesitaría de un consuelo más físico, tenerme allí con ella, tenerla en brazos mientras la ayudaba a respirar y a tranquilizarse. Marinette se sentía cómoda conmigo y me lo hacía notar tal y como una gatita que se restriega en su dueño para recibir caricias. Con el embarazo se apoyó más en mí y la sentí mucho más mimosa que de costumbre, algo de lo que no puedo quejarme en absoluto porque fue perfectamente a mi favor.

Hasta que llegó el día, o más bien la noche.

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Marinette estaba muy sensible y cansada, había estado inquieta toda la tarde. El día se le había hecho eterno según ella y sólo quería descansar por lo que fuimos a la cama más temprano de lo usual. Recuerdo que no paraba de removerse y yo quería darle confort de alguna forma pero ella estaba muy ansiosa, le ofrecí prepararle el baño para que se relajara y tal vez con eso dormiría más tranquila. Aceptó con la condición de que fuera con ella y así lo hice.
Estuvimos un buen rato en el agua mientras masajeaba su espalda, sus hombros y acariciaba su abultado vientre. Sabíamos que nuestro bebé llegaría en cualquier momento, era solo cuestión de tiempo para tener a nuestra niña en brazos.