En el transcurso de nuestra vida, tendremos que enfrentarnos a cosas que posiblemente nos dejen rotos, situaciones que te colocan en una posición difícil entre elegir vivir o morir, a menos que no tengas más elección que la muerte misma.
La gran mayoría de las personas toda nuestra vida crecimos con la idea de que aquellas personas que en algún momento fallecieron seguirán viviendo la vida en el cielo, otras simplemente creen que al morir todo finaliza y solo verás negro por la eternidad.
Siendo sincera nada me causaba tanto drama como un funeral, iban personas que solo iban de curiosas, otras iban queriendo despedirse por última ver de la vista física de una persona, algunas iban por nostalgia, otras por obligación y otras, porque el mismísimo dolor las hacía quedarse por horas viendo el ataúd analizando cada acción, movimiento o pensamiento en ese momento.
Ahora hay algo de lo que estoy segura, el dolor de perder a alguien no es algo que pueda olvidarse o algo que simplemente puedas sanar con el tiempo, aprendí que vivir cada día como si fuese el único es clave para no arrepentirse más tarde mientras no haya límites para vivir.
Una persona nunca termina de conocerse a si misma, no sabes como puedes reaccionar a una situación que llegue imprevista, porque hasta la persona más fuerte puede caer y levantarse mil veces pero no olvidarse de la caída.
Y precisamente existen caídas donde se siente el dolor de perder a alguien, existe el dolor de castigarte mirando al cielo, esperando respuestas de las estrellas, o tal vez de un Dios que todo lo puede. Y esperamos no volver a caer en el mismo lugar, sabiendo que es una espera estúpida, porque cada vez veremos cómo se van personas que vivían en nuestro corazón sin darnos cuenta.
Como una escritora jóven decidí crear un libro capaz de darles respuesta a esas personas que buscan a alguien en el cielo, tal vez porque esta sea mi manera de ayudar o tal vez porque mi respuesta del cielo fue esta. Decidí crear un libro que fuese capaz de dar ese abrazo que pudimos necesitar en esos momentos, al crearlo me imaginé la banda que podría ponerle a un corazón herido por la pérdida a través de palabras.
Decidí crear un libro donde los protagonistas sean los lectores, donde el mundo de fantasía sea una realidad y la vida ya no parezca tan asquerosa para quien lo crea, decidí que tenía las palabras suficientes que querían escuchar muchas personas en una pérdida.
Espero este libro sea una aventura que los ayude a encontrar maneras de llevar esta situación de la mejor manera, todos somos capaces de sanar esa herida, de ser felices de nuevo, de aceptar y de comprender nuestro corazón incluso si es UNA ESTRELLA A LA QUE EXTRAÑAS...
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Una estrella a la que extrañas
Poetry𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰, 𝘭𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘴í𝘯𝘵𝘰𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘶𝘣𝘰 𝘷𝘪𝘥𝘢. -Mario Benedetti.