2. Frente a la madera.

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Una vez que al fin estás frente al ataúd, sientes como tu corazón para, como tú mirada se pierde entre las diferentes formas de la madera, como tú cuerpo se paraliza y lo único que puedes pensar es "esto es una pesadilla" . Tal vez porque eso es lo que quieres que sea, pero la triste noticia es que no lo es, es la realidad tocando tu puerta, son las ganas de llorar las que cierran con candado esa puerta de madera de tu corazón.

En ese momento no hay espacio para consejos aunque tu corazón y alma se sientan vacíos, no hay palabra que te llene o abrazo que te envuelva. La gran mayoría de veces la persona que más sufre esta en silencio sentado en un rincón, o riendo queriendo fingir ante la gente que se encuentra bien.

Algunos gritan "¡NO TE VAYAS! , ¡NO ME DEJES SOLA" pero la realidad de esta situación es que nunca podremos saber cual será nuestra reacción, como aprenderemos a sanar, cuando encontraremos respuesta a tanto dolor o medicina para la enfermedad que es tener que dar la cara a algo que ni puedes aceptar aún.

La desesperación puede apoderarse de ti en segundos y nadie es lo suficientemente fuerte para no llorar internamente frente a la madera, nadie es lo suficientemente fuerte para no gritar internamente que no se vaya a otra vida, nadie es lo suficientemente fuerte para entender la muerte como si de madera se tratara.

El ataúd, muchas veces suele ser el centro de nuestras pesadillas si de su muerte se trata, el olor a formol de la funeraria o incluso las conversaciones indecentes de la gente en la sala. "Está hermoso" dicen, cuando tu crees que no es así, las personas suelen hablar demasiado, pero tu tendrás que ser ese que se sienta en un rincón, tendrás que ser ese capaz de no gritar tu dolor. Tal vez, porque las personas hablan demasiado y los muertos ya no podrán verte hablar.

Cuando estás frente a la madera, sientes que los minutos pasan lento, los segundos se vuelven eternos, hasta el momento en que debes irte, en el momento que te dicen "debemos irnos" realmente lo que se va para ti es tu única esperanza de que fuese una pesadilla.
Muchas personas suelen castigarse mirando por horas al ataúd, lo hacen hasta que al cerrar los ojos lo único que veas es el rostro dentro del cajón de madera que tenias enfrente hace unas horas, y el  acto más fuerte es aceptar que al cerrar  los ojos, lo que viste, fue real.

Quieres pensar que solo es arte de tu imaginación y que no eres tu quien vive eso, quieres creer que esa persona aparecerá a los días hablándote como siempre, cuando se ira como nunca.

Pierdes el control de ti, de tus pensamientos, crees que se te va la vida, que te han arrebatado un pedazo de ti, pedazo que poco a poco aprenderás a construir y sobre el, colocar las más hermosas flores en honor a esa persona.
Cuando estas ahí...te das cuenta de que absolutamente nadie podrá entenderte, independientemente de lo que haya pasado, nadie podrá ponerse en tus zapatos, nadie podrá sentir lo que tú, mucho menos podrá darte consuelo que sirva.

De repente estás cargando con la muerte sin tu haber matado, de repente sientes un peso en los hombros sin saber que nunca fue tu culpa. Planta una flor en tu corazón por cada vez que ese momento duela y verás como en poco tiempo veras un jardín.

Obtendrás dos puntos de vista
1. Regarás las flores hasta hacer un edén de dolor.
2. Verás que fueron sembradas por el dolor e intentaras cortar lo eterno.

El verdadero acto de valor aquí está en elegir una de esas dos, tal vez existen más opciones, pero bajo muchas experiencias son estas las que se ha logrado conseguir.

El chiste está en que ambas opciones te llevan al mismo camino, solo que con una idea diferente, ambas opciones te llevan al mismo final, seguir con tu vida aceptando lo que pasó, tristemente no existe una salida para olvidar esta herida, será una cicatriz que aprenderás a amar con el paso del tiempo, este parecerá infinito, pero serán solo cuestión de segundos para empezar caminar y dejar atrás los amargos recuerdos de el ataúd de madera.

Una vez, solo una vez, detente a pensar que podría pasar contigo si te quedas por horas y horas frente al cajón...pregúntate, Qué pudo haber pasado si no te hubieses castigado de esa manera, yo te diré que pudo haber pasado.

Pudiste morirte en vida, clavar una estaca permanentemente en tu corazón,  matarlo con la bala perdida de una partida, perder la batalla a favor del dolor.

Pudiste decirte tanto, pero tu dolor te cegaba, sigue haciéndolo y seguirá cegandote a lo largo de tu vida, la salida, es limpiar lo que el dolor puede hacen ante tus ojos y seguir luchando por sanar, por ti, por ti vale la pena batallar con la pérdida reciente.

Siempre será una herida fresca, pero no dejes que infecte, haz frente a la madera lo que necesites hacer, ya luego te encontrarás a la vida poniéndote a prueba por mantenerte vivo, porque todo aquello que nos duele, que da miedo, que te llena de ira, eso, te mantiene vivo. Sonreír, correr, reír hasta que duela el estómago, eso te mantiene vivo, por eso, aún no has muerto, aún te quedan pasos frente a la madera .

Luego esta la gente, van pasan frente a ti y si saben quien eres te dan el pésame, si no, prefieren guardarse las palabras de aliento.

Ig:mariajsan32

Una estrella a la que extrañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora