——¡¿Akutagawa se casará?!— la voz de la mayor le hizo reír.
—Aunque no lo creas, sí, se casará, Ane-san.
—Estoy sumamente sorprendida— la mujer se abanicaba riendo. —¿Con quién se casará?
—¿Con quién creés?— se carcajeo.
—¿Ese que le llame jinko, verdad?— recibió un asentimiento de parte de Chuuya. —Lo imaginé.
—Bueno, como te dije, quiero estar con él en esos días importantes para él— siguió hablando el pelirrojo.
—Es muy lejos, Chuuya. Sí irás te llevaré yo.
—¡Ane-san! Ya soy grande como para que me lleves tú!
—Chuuya, tienes veintitrés años— le respondió ofendida.
—¡Pues vaya! ¡Que pequeñito soy!
—Chuuya si no te llevo yo ¿Piensas ir tú solo? ¿Y sí te pasa algo?— la mirada de la mujer se entristeció.
—No me pasará nada, sé cuidarme solo. Te prometo que me cuidarr mucho.
La mujer suspiro y asintió.
—¿Entonces me dejarás ir?
—Sí, pero con una sola condición— le advirtió.
—Dime.
—Que me llamaras cuando estés con Akutagawa. Durante el viaje no porque no quiero que tengas un accidente por utilizar el celular— se puso de pie se acercó al pelirrojo y dejó un beso en su frente. —Cuídate mucho.
—Lo prometo.
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El fuerte viento golpeaba su rostro logrando que este sintiera unos escalofríos en el cuerpo.
Su auto se había averiado.
Chuuya no hizo más que insultar a los cuatro vientos. Estába furioso.
Solo él tenía esa mala suerte de que el día en el que debía llegar a casa de su mejor amigo, Akutagawa, ya que este se iba a casar en unos días y quería estar junto a él en los días más importantes de su vida.
Era de noche y se encontraba el solo en la carretera.
Hacía mucho frío, a pesar de que este estuviese abrigado sentía sus piernas temblar.
El ambiente estába pesado.
Sacó su teléfono que tenía un 34% e intentó pedir ayuda, pero fue inútil. No había señal, era una carretera sin nada al rededor, solo árboles, estába todo totalmente oscuro.
Suspiro por décima vez en la noche e intentó buscar una solución a su problema.
¿Un aventón? No sería mala idea.
Podría ser peligroso pero era eso o esperar y morirse de frío en ese puto lugar.
No lo pensó dos veces y se dirigió a su auto, del maletero tomó ambas maletas llenas de ropa y cosas de suma importancia y comenzó a caminar esperando a llegar a un lugar donde pudiese llegar un auto.
La oscuridad del lugar y el sonido de los grillos le ponía los pelos de punta al pelirrojo.
Intentaba pensar en otras cosas para no sentir miedo por su alrededor.
De lo encantado que estaría Akutagawa al recibirlo en su casa.
Pues hace mucho no se ven, Chuuya debía estar con Akutagawa el día que se case con su novio Atsushi.
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Fucking hot stranger [Soukoku] One-Shot
Fiksi PenggemarChuuya no tiene remedio, debe pedir un aventón, su coche se había averiado y él debía llegar a su destino sí o sí. Debía confiar en un completo desconocido para llegar a su destino. Claramente Chuuya nunca había escuchado la frase: Nunca sabés que...