FIVE

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Dos meses duraba la gestación de una gatita, pues rosie estaba a punto de cumplir los dos meses y su panza se asimilaba a la de irene cuando tenia nueve meses. La gatita estaba sumamente bipolar, podía ser un amor y en cuestión de minutos querer acabar con la raza humana.

Las cosas por aquel hogar estaban tranquilas, por su puesto que para seulgi no trataba mas de una simple broma, pero se desmato cuando vio a la gata cambiar a su forma humana, yeri por su parte no entendía nada y era feliz con eso, rosie le permitía acariciar a sus crías por sobre el vientre y le encantaba la sensación.

Jisoo se paseaba diariamente por aquella casa llevándole a rosie exquisitos manjares como: ratones, cucarachas y una que otra paloma, las Kang verdaderamente no quisieron entrometerse en el gusto culinario de sus gatos, así que se limitaban a mirar con asco de vez en cuando y no decir nada, cabe destacar que irene tenía que estar detrás de yeri porque desde que había visto a los gatos se había puesto de cazador de cucarachas.

-Quiero una galleta irene - rosie rogaba mientras veía a irene comer unas ricas chocoships, hacia puchero y dejaba que sus lindos ojos hicieran lo demás, lucia totalmente adorable imposible decirle que no.

-No, rosie, estas son mías - pero irene era inmune.

-Ahg, pero a tu infantil bebé si le das - se cruzo de brazos por sobre su prominente panza.

-¿infantil bebé? Por supuesto que es infantil rosie, es una niña, no tiene sentido - respondió dando otro mordisco a su galleta, riendo por las ocurrencias de la menor.

-El embarazo me tiene más estúpida - respondió encogiéndose de hombros - ¿No has oído de que a las embarazadas no se les niega nada?

-Patrañas - termino el paquete de galletas dando el ultimo mordisco a la faltante, haciendo enojar a rosie - debes superarla, querida.

-Pero...

-Nada - interrumpió - debo salir un momento al mercado ¿puedes creer que se acabó mi preciado Downy?

Irene salió del lugar y rosie pataleo frustrada, era de esas relaciones amor-odio amaba a irene porque era como su madre humana, pero a ella verdaderamente le gustaba hacerla enojar, aun mas sabiendo que si carácter de gato le obligaba a ser gruñona muchas de las veces.

-Juro que intento, pero no me puedo acostumbrar - hablo seulgi

-Seulgi, ¿tienes galletas?

-No rosie, pero...

-Ahg, me voy de aquí, nadie puede ser considerada con una mujer embarazada en esta casa - y sin esperar respuesta salió de la casa enojada, ni siquiera jisoo se había aparecido.

Seulgi levantó sus cejas y miro al sofá donde se supone que estaría yeri, bien, se suponía porque la pequeña no se encontraba allí trata de no entrar en pánico, porque podía estar en cualquier lugar de la casa, hasta con irene.

-Seulgi, ¿Dónde está yeri? Es la única que le gusta ir de comprar así que la llevare conmigo - dice irene, la hizo exaltarse y clavar sus uñas en el respaldo del sofá.

-Umm, debe estar en la habitación - respondió insegura y rogando que allí estuviera, porque le tocaba vigilarla.

Irene camino hasta su habitación compartida revisando en busca del niño así con todas las habitaciones de la casa, busco hasta en el patio, pero no había señales de la beba, para este punto la madre ya tenía su corazón palpitando fuertemente.

Regreso con rapidez a la sala donde estaba su esposa, aunque ella ahora se encontraba en la cocina buscando por allí.

-Seulgi, yeri no está en ningún lado - habla desesperada, lo que hacia a seulgi ponerse nervioso.

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