El Villano Inútil de Alas Rojas

Capitulo 1 "Regreso e Inconvenientes Inesperados"

POV REINHARDT 

"¡DESPIERTA DE UNA VEZ MALDITO HARAGAN!{golpeando con fuerza mi mejilla}".(Voz Femenina)

Mis ojos se abrieron tanto por el grito como por el golpe, mire desconcertado a mi alrededor dándome cuenta rápidamente de donde estaba. Este lugar es la Sala de Enseñanza de la Casa Palazzo y la persona que me golpeo no fue otra que mi Maestra de Etiqueta, Miranda von Alister, esposa del Conde Alister y una perra asquerosa que hizo de mi niñez un infierno en vida.

Mi mente estuvo algo desconcertada por algunos momentos, regresando a su lucidez normal cuando algo caliente escurrió de mi mejilla. Mi mano fue rápidamente a ese liquido caliente que por su olor a hierro supe es mi sangre, mire por unos segundos mi pequeña mano blanca con las yemas de los dedos manchadas de carmesí y luego, levante la mirada en dirección a mi agresora.

Mi agresora sonrió con malicia ante mi mirada y en un acto lleno de sadismo, golpeo con esa vara en su mano mi otra mejilla, haciéndola sangrar. Una profunda ira que se acumulo a lo largo de dos vidas completas ardió con violencia dentro de mis venas, si tan solo tuviera mis poderes de regreso la mataría sin dudar.

Solo pensar en mis alas y estas salieron de mi espalda rompiendo con ferocidad mi camisa azul marino y mis ojos se posaron en la figura de mi agresora que ahora ya no tiene esa expresión sádica en su rostro, solo miedo, dulce y aromático miedo.

El olor de su sangre tomo un tono muy dulce debido a su miedo. Ese olor me ínsita a consumir tal vital liquido y naturalmente no voy a batallar contra esos deseos. Me alce en vuelo mirando su figura suplicante en el suelo y la piedad desapareció de mi sistema.

2 pares de alas de angel largas y mas rojas que cualquier carmesí me impulsaron de golpe hacia ella, estrellándome contra su débil cuerpo femenino y pronto mis colmillos encontraron un camino directo a su cuello blanco.

Un dulce liquido invadió mi boca y pinto mis labios de carmesí, haciendo que mi victima dejase de luchar y se llenara de una extraña excitación. Se retorció con lujuria durante unos minutos y luego, se quedo inerte en el suelo con su piel pálida y desprovista de toda sangre, ella había muerto en mis manos y no me siento mal por ello. 

Una sonrisa se extendió por mis ensangrentados labios al sentir como otro par de alas rojas como la sangre broto de mi espalda y lleno de mi cuerpo de una sensación de empoderamiento como ninguna otra.

Cerré los ojos disfrutando de la sensación, mi cuerpo tembló ligeramente ante dicha sensación. Mi poder Vampírico me hizo aun mas fuerte, reí como loco y volví a reír. Replegué mis alas dentro de mi espalda al detectar un tenue olor a sangre vieja acercándose a la habitación.

La puerta del Estudio se abrió mostrando a un hombre mayor con largos cabellos ya blanquecinos por el paso del tiempo. Su rostro pesado y lleno de las líneas dibujadas por el tiempo me mostro una expresión de asombro pero su olor me dijo otra cosa, el esta asustado de mi.

Con su altura de 1.90m y su cuerpo bien trabajado y musculoso para su edad tiene miedo de un niño de poco mas de 8 años, que patético de su parte. Le sonreí con mi boca ensangrentada causando su inconsciente retirada dando dos pasos hacia atrás, el miedo siempre huele dulce y es apetecible.

"¡Joven Maestro!{temblando de miedo}".(Mayordomo)

"Llama a alguien para que limpie este desorden y envía a Damian a mi Habitación, necesito hablar con el un asunto importante{caminando a mis aposentos}".(Reinhardt)

Con pasos elegantes me movilice por la mansion hasta mi habitación, donde me mire en el espejo. Altura pequeña, piel pálida, ojos rojos con algo de marrón, rostro afeminado, físico pequeño y poco musculoso, cabello marrón con destellos de rojo aquí y allá, labios manchados de carmesí, 3 pares de alas Rojas con una envergadura que es el doble de mi altura actual.