Prólogo

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Hace mucho tiempo, en la Era Mitologíca, Hades el dios del Inframundo se había enamorado de Persefone la diosa de las estaciones.

Un día, mientras Perséfone estaba recogiendo flores, la tierra sufrió de repente un pequeño temblor, agrietándose el suelo, desde donde Hades, montado en su carro de caballos negros surgió y rapto a Perséfone para desaparecer rápidamente por la grieta, ocurriendo lo mismo con esta y quedando finalmente todo como si nada hubiera pasado .

Sin embargo, Perséfone, a pesar de la sorpresa, llego a gritar antes de desaparecer, siendo escuchada por su madre, que rápidamente abandono sus tareas de agricultura, provocando que las cosechas se paralizasen, para buscar a su hija por el mundo. Este abandono generó una época de hambre en los hombres y los dioses, lo que hizo que estos últimos se vieran obligados a intervenir. La escena del rapto no pasó inadvertida, ya que Apolo el dios del Sol fue testigo de lo ocurrido y se lo relató a Deméter, que exigió a Zeus que interviniera; este aceptó y pidió a su hermano que dejase libre a Perséfone. A pesar de ello, el soberano del Inframundo se negó, sin que nadie pudiera obligarle a hacerlo.

Deméter, furiosa por la negativa, abandonó el Olimpo y sus tareas para con la agricultura, y se disfrazó y se escondió del mundo. Dio comienzo entonces un período cruel para la humanidad. El trigo y otras plantas se negaban a crecer y germinar. El hambre amenazó con extinguir al hombre, que se veía privado de las plantas de las que se alimentaba él mismo y sus rebaños.

Ante tal amenaza, los dioses se vieron obligados a interceder de nuevo. Zeus pidió a Hades que dejase libre a Perséfone, ante las consecuencias de su anterior negativa en el mundo. Hades, conocedor de las reglas del Inframundo, aceptó con la condición de que Perséfone no hubiese probado bocado, porque de haberlo hecho tendría prohibida su salida del reino. Ante la pregunta de si había comido algo durante su estancia, Perséfone afirmó haber probado unos granos de granada; por lo tanto, no podría abandonar su cárcel. A pesar de tan estricta norma, se llegó a un acuerdo por el bien del mundo: durante seis meses Perséfone estaría con Hades en el Inframundo y el resto del año lo pasaría libre. Con la libertad de su hija, Deméter volvió a sus tareas y el mundo se libró de la amenaza.

Muchos siglos después durante la guerra contra Saori Kido, la reencarnacion de Athena, Hades se había enamorado de Shun de Andrómeda, su ex-contenedor.

Por lo que cuando finalizó la guerra contra Apolo y Artemisa, el dios fue donde athena y le pidió ayuda para enamorarlo, la diosa estaba confundida pero un así accedió.

Shun al ver las intenciones de Hades se negó a estar con él al principio, sin embargo Hades fue muy persistente por lo que al final accedió, pero ninguno de los dos contaba con que Ikki de Fénix no estuviera de acuerdo con que Shun fuera la segunda "esposa" y menos de Hades.

Molesto el dios, este cometio un enorme pecado, Hades era también conocido por qué nunca había vuelto a cometer un pecado, no después de lo que hizo con persefone.

Tan grande fue el pecado, que después trato de deshacerse de la evidencia para que nadie supiera y sin hacerse responsable.

Luego de la atrocidad que provocó el dios fue a hablar personalmente con el Fénix y decirle que no le haría daño a su hermano, además de amenazarlo con provocar otra guerra por culpa suya si no aceptaba.

Dolido ikki acepto con la condición de que al menos dejara que Shun los visitará, el dios acepto y así el peliverde se despidió de todos sus amigos para ir camino al inframundo.

Un año después Saori y los demás se enteraron que Shun tuvo un hijo con Hades, lo llamaron Eden, un pequeño peli-plata de ojos aqua.

Todos estaban maravillados por el pequeño, aunque también se habían enterado que Hades tuvo otros hijos con Persefone, una bebé pelirroja de ojos aqua, de nombre Macaria, la segunda Melinoe una bebé pelinegra de ojos rojos y por último Pluto, un pelirrojo de ojos morados.

Todos estaban sorprendidos menos ikki que estaba molesto con el dios por ver qué su hermano no era feliz, ya que este siempre le enviaba cartas diciendo que hades lo usaba solo como plato de segunda mesa cada vez que Persefone se negaba a tener relaciones con el, pero también sufría ya que cuando llegó Persefone le hizo la vida imposible.

Por tal motivo ese mismo año se crearon los juegos del infierno, dónde guerreros o hijos de los dioses participaría para representar al dios al que servían, o que era su padre o madre.

Pero lo que nadie sabía es que pronto el destino le cobraría al dios del Inframundo todo lo que había echo, pues sin que se diera cuenta, cometio el error de ignorar el pecado que provoco y no hacerse responsable, convirtiendolo en un profecía.

"Nacidos del pecado
De una ilusión de amor
Deberán pelear contra todos
Para poder traer la paz
Uno debe ser la luz
Y el otro la oscuridad"

Continuará...

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