¿Tú Número?

~One~

Era un gran día para los hermanos, estaban paseando por su ciudad natal luego de comprar lo que su abuela les había mandado, al instante luego se encontraban en su patio trasero, disculpandose con una señora quien su vida había sido arrebatada por estos dos jóvenes, "Britany" decía su cartel estos dos no paraban de disculparse por haberla llevado a un lugar mejor, pues, el miedo de las películas los habían consumido en ese momento

-pinche Cochi estúpido, todo tu culpa

-¡Yo qué pendejo!

Nuevamente, otra estúpida discusión comenzó a presenciarse frente a los hermanos, hasta que su abuela con el nombre "Coco" los separó con un golpe en sus cabeza
-¡Ayy abue! -dijo entre quejas el muchacho de camiseta amarilla-

-¿¡Por qué nos pega doña!? -habló el contrario mientras acariciaba la parte recién golpeada-

-¡Mocosos! No peleen enfrente de la vecina, ¡Más respetó!

Los dos jóvenes se volvieron a disculpar, esta vez sumando a su abuela a sus disculpas

-muy bien mis niños -felicito mientras acariciaba sus cabezas- entren, guarden las cosas que compraron, que tienen que acompañarme a retirar algunas cosas

-puta mae, siempre nosotros

-pus si pendejo, ¿No ves que ya esta muy anciana?

-ya, ya, vamos

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-tomen mis niños -extendió la mujer una carta-

-No mames, ¿Nuestro primo Quackity? Hace mucho que no vemos a ese mamon

-cierto, ¿Qué querrá?

Y ante esas preguntas, decidieron aclarar sus dudas abriendo esa carta

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-asu... pero no nos dijo claramente para que nos necesitaba -rasco confundido su nuca el de cabellos oscuros-

-bueno... una visita a nuestro primo no nos hará mal, ¿Verdad?

-¿Y la anciana qué?

-vayan no más mis niños, yo iré con la doña Carmen y sus hijos

-ah si cierto, esa doña te dejará vivir contigo hasta que te mueras seguramente

-¡Pinche Beni pendejo no digas esas mamadas!

-mijo, si tiene razón mi niño

-¿Ya ves pendejo?

-bueno niños, empaquen todo, yo prepararé unos deliciosos tacos de pastor

-¡De inmediato ancianita!

-Beni pendejo...

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-bueno abuela... -El joven de camiseta amarilla no aguantó lo suficiente para que las lágrimas empiecen a salir- ¡La voy a extrañar pinshe viejita! -dijo para después correr a abrazar a la mujer fuertemente-