TRES PROBLEMAS PARA SONIC

8. Cuando las palabras sobran...

— Amy por favor... — murmuró Sonic mientras se sujetaba del brazo de la menor... Ella lo miraba con lágrimas en los ojos, tenía miedo solo quería irse y seguir con su vida, todo lo que había conseguido podía acabarse en cuestión de segundos — Confía en mí, Amy... Todo estará bien... — Amy lo miro directamente a los ojos, sintió confianza, esa misma confianza que siempre le había brindado desde que son niños... Dejó de oponer resistencia...

— Le diré a los chicos que estamos aquí, está bien? — ella asintió mientras desviaba la mirada, no sabía lo que ellos pensaban sobre su actual situación pero sin duda, no sería nada bueno... Después de todo, ella había mentido, había ocultado su vida en estos años y ahora, lo peor que podía pasar era que todo lo que había construido se cayera en miles de pedazos, no podía permitirlo

— Hola, Tails? Me oyes? — decía el erizo tratando de establecer comunicación con su amigo — Te mandaré la ubicación de donde estamos — concluyo para voltear a ver a su amiga — Listo, ya vienen hacia acá...

El martillo impactando su rostro sin duda le trajo recuerdos...

Lo último que recuerda es haber sentido el frío impacto del agua en su rostro, cuando cayó en la laguna... — AUXILIO! ME AHOGO!!! — Grito el cobalto con pánico a lo que el azabache llegó a sacarlo tirando de sus púas en la espalda

— QUÉ DEMONIOS PASO?! — exigió Shadow tirando a Sonic al piso, el cual trato de componerse mientras tosía en un intento por recuperar el aliento

— Amy... Ella...

— La viste? A donde se fue? — cuestionó Vector ayudando a levantarse al cobalto —

— No lo sé, me golpeó y se fue... — añadió el azulado confuso — Creí que la había convencido, ya estaba llamándolos para enviarles mi ubicación —

— Debe tener miedo — dijo Charmy con preocupación

— La pregunta es, porque tiene miedo de nosotros? — comentó Shadow

— No lo sé! — exclamó Sonic alterado, todavia trataba de procesar la información —

— Ella tiene que estar cerca, no pudo ir muy lejos, sigan buscando por esta zona —

— En la cascada, vi que uno de los niños se fue por un pasadizo — murmuró Sonic señalando la cascada

— No te preocupes, nosotros lo investigaremos — dijo Vector llevándose a Charmy y Espio con él

— Vamos Faker, no puedes rendirte, ya estamos cerca — agregó el azabache siguiendo con si búsqueda, pero el erizo aún no podía encontrar concentración, esa no era su Amy... Al menos, no la que recordaba

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La eriza seguía escabullendose por la jungla, en vista de que el erizo había dado su ubicación no podía arriesgarse a ser descubierta, sus niños la necesitaban, si los encontraban... Las preguntas no se acabarían, pronto todos estarían en su contra, había hecho las cosas mal...

— Cuando entrenabamos juntos, jamás te enseñe a esconderte del enemigo — murmuró un pelirrojo a espaldas de la eriza, está dio un brinco del auto y trato de huir pero el mayor la tomo fuerte del brazo — Y tampoco te enseñe a huir como un cobarde —

— ... —

— No dirás nada? — expresó el echidna con seriedad, la eriza se negaba a verlo a la cara,  ella sollozaba... — Oye... — Pronto se abalanzó sobre él, abrazándole con fuerza

— Lo siento... Lo siento tanto... — murmuró ella dejando que el llanto cediera

— Oh wow, calma, calma — dijo Knuckles correspondiendo al abrazo — Nos tenías muy preocupados, no sé que haya pasado pero... Tienes que admitir que desaparecer por casi cuatro años sin duda iba a ponernos mal —

— Lo siento — siguió disculpándose a la vez que bajaba la mirada, Knuckles tomo su mentón con cuidado haciendo que levantase su rostro para mirarlo

— Amy, siempre has sido parte importante de nosotros, teníamos miedo que... Que no hubiéramos podido protegerte, ver qué estás bien... Es un alivio para nosotros y bueno... Al parecer ya soy tío, estoy feliz y algo confundido, pero... Me alegro que hallas encontrado tu camino —

— Gracias, Knuckles — murmuró Amy un poco más animada y secando sus lágrimas con cuidado

— Bueno, creo que ya es hora de arreglar esto, iré por los demás, necesito que te quedes aquí Knucklelina, puedo confiar en ti? — ella asintió con una sonrisa — Bien, no tardaré —

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Sonic seguía buscando por la zona, logro continuar su camino a través de la maleza, seguía preguntándose por qué Amy se alejó de ellos, por qué no les dijo nada?, Por qué tuvo que irse por tanto tiempo?, Por qué...

Por qué quiso hacer una familia tan lejos de él?...

Sus pensamientos se disiparon cuando visualizó dos siluetas conocidas, era Amy y con ella... Knuckles, se veía más tranquila que antes... Se estaban abrazando con cariño y... Amor? No, no era posible...

Él y ella nunca... Joder por qué su pecho dolía tanto?!

Los niños juegan como si fueran una especie guerrera... Knuckles es el último de una de ellas... Todo parecía encajar en la teoría del erizo, se estaba volviendo loco y tenía pruebas, o al menos su paranoia le hacía creer eso...

Cuando el echidna se alejo de la pelirrosa, entro él en acción — Creí que teníamos un trato — Hablo el cobalto con seriedad quedando a unos metros de ella

— Yo... —

— No sabía que tú y Knuckles fueran tan unidos antes — reclamo con molestia

— Qué? — dijo ella confusa, que tenía que ver una cosa con otra?

— Ahora entiendo todo, tu y él, los niños... Por eso no dejan de jugar a la raza guerrera! —

— Sonic te estás confundiendo... — añadió ella retrocediendo un poco

— No, claro que no, todo este tiempo buscándote como un estupido y él siempre supo donde estabas!!! — exclamó el con dolor acercándose a ella con enojo y tomando su brazo por la fuerza

— Sonic, basta! — defendió ella en un intento por zafarse

— No, Amy, TU YA BASTA!!! —

En ese instante un sonido conocido para ambos erizos se hizo presente,como si fueran varios spindash al.mismo tiempo, y todos dirigidos a un mismo objetivo: El cobalto.

Tres spindash perfectamente sincronizados, impactando contra el pecho del erizo, haciendo que soltase a Amy y dejándolo en el suelo, con más preguntas que antes, no sin antes abrir los ojos en completo asombro al ver por primera vez a los tres pequeños de Amy sin ninguna pijama, máscara, ni nada en lo absoluto...

Ahí el erizo comprendió algo importante... Al menos una de sus preguntas ya tenía una respuesta clara que no necesito  ni una sola palabra...

— No vuelvas a acercarte a mamá!!! — exclamó uno de los trillizos poniéndose en guardia junto con sus hermanos, el cobalto solo miraba en shock a las tres criaturas frente a él, por instantes miro a la eriza quien estaba igual de impactada sin poder reaccionar a lo que veia , de pronto los demás llegaron al lugar...

Todos miraban con asombro a los trillizos...

Tres pequeños erizos...

Con habilidades increíbles...

Con brillantes púas...

"Púas azules"