TRES PROBLEMAS PARA SONIC

11. Un camino a casa

— Abuelito Big, te quedarás a cenar? — preguntó el pequeño Nova con alegría

— Si no es molestia — comentó con su caracteristica calma

— Sabes bien que no — expresó Amy con calma — Además hoy tenemos varios invitados — añadió refiriéndose a los demás — Siganme, podemos hablar tranquilamente en casa — dijo con un cálida sonrisa y comenzó su recorrido hacia su hogar, un camino de piedras blancas marcaba el rumbo hacia la rústica casa, caminaban siguiendo ese camino teniendo cuidado de no pisar el césped ni ninguno de los juguetes regados por el patio, se podía sentir un ambiente tierno y tranquilo. Frente a ellos, Big llevaba la delantera junto con los niños, se escuchaba sus risas y el croar del pequeño Froggy, de cerca se mantenía Amy cuidando de sus retoños...

— Sabes, Shadow... — menciono Rouge tratando de solo ser escuchada por el azabache — Estuve pensando... —

— Eso es peligroso para ti — soltó a secas el ojirubí

— Esto es serio! — susurró molesta, el contrario solo rodó los ojos — Amy dice que fue una inseminación artificial... Que tal si Amy conoció a alguien que es parecido a Sonic, ya sabes un erizo azul y así, pero al no ser Sonic no se casaría con él, quizás le pidió de favor si podía donar su "semilla" y por eso ahora es mamá! —

El azabache se detuvo en seco. Aunque sonaba descabellado, existía la posibilidad de algo como eso,  lo cual podria explicar porque Amy afirmaba que Sonic no era el padre...

Shadow se mantuvo pensativo en esa idea, miro a su compañera sin saber que respuesta darle — Rose nos tendrá que explicar, no saques conclusiones todavía — añadió y continuo su andar tratando de mantener compostura

Sin embargo, la dupla de mejores amigos había alcanzado a escuchar parte de las especulaciones de la albina. Sonic también le daba vueltas al asunto, siendo Tails quien trataba de calmarlo. En casos como este, todo era posible...

Aunque quería creer que esa posibilidad no era realista... Después de todo, ellos parecían ser rápidos como él y hacían el spindash cómo él!!!... Pero Amy también era muy rápida... Y Amy también hacía el spindash... Esas características las pudieron heredar de ella? Sería el caso de que los niños solo se parecieran un poco a él? Que tal si cuando crezcan se parecen a su verdadero padre?!...

El zorro dió unas cuantas palmadas suaves en el hombro del erizo azul, este reaccionó, y le sonrió con nerviosismo. — Todo estará bien — le sonrió el rubio tratando de apaciguar las miles de emociones que el erizo experimentaba

En toda su carrera como héroe, yendo de un lado a otro, se había topado con una infinidad de especies entre los Mobians, pero en cuanto a erizos, no había muchos, durante un tiempo incluso creyó que Amy, Shadow, y Silver eran los únicos erizos de su dimensión además de él.

Por fuera la casa de la pelirrosa se veía bastante hogareña, pero por dentro era un verdadero refugio de amor y cuidado. Una decoración sencilla pero cálida, un espacio donde se respetaba la sala de la pelirrosa y otra mini sala donde los pequeños echaban a volar su imaginación y de divertían con los curiosos juguetes que tenían. Una cocina amplia y bien cuidada, pasillos limpios, y aunque no podían apreciar las habitaciones, probablemente debían estar igual o mejor arregladas.

— Niños, porque no juegan un poco con su abuelito Big?, les prepare la merienda en un momento — menciono con dulzura la eriza, para los menores escuchar aquello fue un detonante de alegría — Podemos hablar en la cocina... — agregó indicando la dirección

— Amy, te molesta si Charmy va a jugar con tus niños? — comentó Vector sosteniendo del aguijón a la abejita que ya quería salir volando a la diversión

— Claro, estarán felices de tener un nuevo amigo —

— Compórtate — indico el cocodrilo, la abeja asintió feliz y en un zumbido se lanzó con los pequeños

— Se ve que son muy hiperactivos — mencionó Knuckles mirando a los niños jugar

— Significa que están sanos — dijo Amy con una sonrisa divertida — Sé que tengo mucho que explicarles... Pero necesito ayuda para hacerlo, por favor, les pido que me esperen mientras hago una llamada, no tardaré, lo prometo. Pueden tomar toda la comida que quieran y descansar, no tardaré! — La eriza explicó con algo de pena, los demás asintieron, creyendo que la eriza solo necesitaba tomar valor para lo que iba a contarles, regreso por el pasillo, y camino apresuradamente hasta donde estaba el teléfono.

El cobalto seguía con la mirada a la pelirrosa, regreso casi a la puerta y se detuvo en una pequeña mesita justo a lado del perchero. Tomo el teléfono y marco un número que no alcanzo a ver. El rostro de Amy reflejaba resignación y un poco de preocupación, lo que terminó desatando la curiosidad del azulado, en cuanto se acercó las palabras que alcanzó a escuchar:

— Ellos ya lo saben... Debes venir y apoyarme con esto —  susurro Amy tratando de mantener compostura, aunque su nerviosismo le hacía jugar con el cable del teléfono — Por favor...

Te necesito... —

Algo era seguro, el erizo deseaba no haber escuchado eso...