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Fin II

Christopher abrió los ojos como platos al percatarse del hombre que se encontraba al lado de su hermana.

-Papa- susurro sin ser escuchado. La mirada de su padre se encontró con la de este, y lo reconoció al instante.

Su hijo, su otro hijo estaba también en ese lugar.

Debía de salvarlos a ambos.

-¡Bajen las armas!- grito nuevamente un oficial. Al observar que nadie obedeció lanzo el primer disparo a el suelo, cerca de Ela.

Todos se sobresaltaron ante el ruido de la bala impactando el suelo.

Mark miro a Ela y asintió. Era hora de actuar.

•••

Alguien alguna vez dijo que el amor no se esperaba, que no sabrías en que persona seria, si no que lo encontrabas en alguien que no esperabas y sin siquiera darte cuenta. Pero se equivoco.

Mark si lo espero. Desde ese primer encuentro en el cuartel, desde esa noche en el viejo hotel, desde que vio esos ojos curiosos que pertenecían a esa pequeña niña en el parque hace años atrás, Mark supo lo que le esperaba.

Sabia que ella era el amor de su vida, y no permitiría que la alejaran de su lado.

Disparar, salvar a Ela, disparar... esos eran los pensamientos de Mark mientras apretaba el gatillo sin parar, en un intento por acabar con Angel y su compañero.

Ela, quien estaba detrás de una columna disparando sin cesar hacia los oficiales, solo pensaba en no dejar que atraparan a Mark. Su vida ya no le importaba mucho.

Porque cuando estas enamorado, la vida de la otra persona esta sobre la tuya.

Pero también tenia que salvar a la única familia que le quedaba, a su hermano y a su padre.

El padre de Ela, por otro lado disparaba a los oficiales al igual que su hija.

Por la mente de Christopher estaba el hecho de que su hermana y padre, la única familia que le quedaba, estaban en peligro. Así que se concentro en disparar a el compañero de Angel hasta que logro su objetivo de asesinarlo.

Uno menos...

Se escucho un grito ahogado y todos voltearon para ver como Edgar era impactado por una bala de parte de Angel. Gabriela sintió un dolor en su pecho al ver que una de las personas que siempre la habían apoyado, caía al suelo. Simon se arrodilló en el suelo junto a Edgar. Pero con la mirada que tenia, dio a entender que ya no se podía hacer nada, estaba muerto.

La culpa invadió a Ela. Pero esta se estabilizo rapidamente al percatarse de que Angel tenia un objetivo en la mira. Su arma apuntaba directamente a Mark.

No, pensó Gabriela.

Salió de la columna, arriesgando su propia vida y se lanzo a correr en la dirección de Angel. Disparo a la pierna de este logrando que cayera al suelo.

Gabriela aprovecho el estado de Angel y con toda su ira, rencor y dolor, apretó el gatillo tres veces impactando el pecho de Angel y logrando acabar por completo con su vida.

Mark corrió hacia ella y tiro de su brazo para esconderse en una columna del estacionamiento.

Inspecciono el rostro de Ela, para asegurarse de que esta no estuviera herida.

-¿Estas bien?- le pregunto con ternura. Ela asintió.

Los disparos no cesaban y pronto el sonido de mas patrullas los interrumpió.

-Mark- susurro Ela-. ¿Que haremos?

Por la mente de Mark pasaron mil soluciones. Pero ninguna lo mantendría junto a Ela, así que acudió a su plan B.

-Entregarnos- contesto.

Los ojos de Ela se agrandaron como platos y nego rápidamente con la cabeza.

-No- susurro.

Mark agarro su rostro delicadamente.

-Es la única solución- Gabriela negó nuevamente-. No quiero perderte Ela.

Una pequeña lagrima rodó por la mejilla de Gabriela y Mark la retiro delicadamente con su dedo pulgar.

-Te amo- susurro Mark-. Eres lo mejor que ha llegado a mi vida, y no voy a permitir que te alejen de mi. Te buscare hasta el fin del mundo mi pequeña Ela.

-Yo también te amo Mark.

-¡Alto!- ordeno un oficial de la policía mientras bajaba de su patrulla.

Sus compañeros dejaron de disparar. Por lo tanto, Christopher y los demás también.

-Solo queremos a dos personas- grito para ser escuchado, el oficial-. Ustedes saben quienes son.

Mark miro a Ela y le sonrío, transmitiéndole la paz y confianza que esta necesitaba.

-¿Confías en mi?- pregunto Mark.

-Ciegamente- contesto Ela.

-Nada en el mundo podrá apartarte de mi. Nada ni nadie. Te lo prometo preciosa.

Le dio un beso en la frente.

-¡Entréguense por las buenas o lo haremos por las malas!- grito el oficial

-Supongo que aquí termina nuestra historia- susurro Ela triste.

Mark negó con la cabeza.

-Aquí comienza nuestra historia, muñeca.

Gabriela sonrió y le dio un profundo y ultimo beso.

Mark salió de su escondite con las manos en alto.

Christopher, Simon quien sostenía el cuerpo de su amigo en brazos y el padre de Ela tenían su vista fija en los oficiales.

Gabriela lo miraba desde detrás de la columna.

-Me entrego- dijo Mark a los oficiales mientras ponían sus manos sobre su cabeza.

Gabriela salió de su escondite e imito su acto.

Christopher y los demás los miraron asombrados.

Después de tanto esfuerzo, ¿solo se entregarían?

-Pero tienen que dejar ir a los demás- dijo Ela.

Los oficiales asintieron. El padre de Ela, Christopher y Simon miraron a Ela y esta les sonrío.

-Gracias por todo chicos- les dijo.

Estos sonrieron con melancolía y con un ultimo adiós, giraron y se fueron del estacionamiento.

Los oficiales se acercaron a
ambos y colocando las esposas en sus manos, los privaron de su libertad.

*******

Por favor, no me asesinen!!
Aun falta el epilogo, no se me desesperen.

Lamento haberme tardado tanto en actualizar y lamento si no les agrada ese final.

Voten y comenten para subir el epilogo mas rapido 😘

GabrielaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora