Capítulo 3: " Soló reproches".

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POV. Rick

Rick Hunter se apartó el teléfono de la cara mientras tecleaba con la otra mano, medio escuchando los reproches de su abuela y, al mismo tiempo, prestando atención a la pantalla de su computadora.

-... yo también era una rebelde sin causa en mis tiempos, para que lo sepas - dio su abuela-. Si tu abuelo estuviera vivo, podría confirmar lo que te digo. Pero no me gusta que la mitad de mis conocidos me llamen para comentar el artículo de la revista esa, donde te han bautizado como el << Playboy de América>>.

Rick se encogió de hombros como si supiera que su abuela lo pudiera ver. Él simplemente había aceptado tomarse esas fotos porque pensaba que iba a beneficiar el baile benéfico que su compañía iba a celebrar en el Gran Hotel, seguido de la subasta de los solteros más codiciados de la ciudad. Él no iba a participar en la subasta, nunca lo hacía, pero la revista y su director de marketing lo habían convencido de que la foto le daría al evento una publicidad excelente.

- Yo no lo he escrito, abuela. Y ya te he dicho antes que...

- No estaría tan disgustada, si el artículo no confirmara lo que siempre eh sospechado -le interrumpió su abuela-.

- Abuela ya te he dicho muchas veces que no soy Gay, soy completamente heterosexual. -Respondió Rick disgustado.

- ¿Qué?, no es eso a lo que me refería -Respondió su abuela aguantando las ganas de reír por lo que había dicho su nieto.

- ¿Qué? ¿Entonces a que te refieres? -pregunto él, perdido en lo que estabas leyendo en la pantalla.

- Me refería a que no tienes la intención de sentar cabeza. ¡Sales con unas mujeres...! Las descerebradas son lo peor, pero me desagradan más las implacables ejecutivas con las que se te ven a veces. Incluso prefiera a las caza fortunas que eliges de vez en cuando. No me sentiría orgullosa de que ninguna de las chicas con las que has salido en los últimos años se convirtiera en tu esposa. Aunque creo que no tengo por qué preocuparme, pues nunca has demostrado el más mínimo interés por alguna de ellas.

Rick suspiró.

- De acuerdo abuela, sé que no te gustan las mujeres con las que salgo. Pero no son nada serio para mí, así que no tienes por qué preocuparte.

- ¡Mi problema es que mi nieto sigue siendo soltero! -Grito su abuela exasperada-. ¿Sabes que sueño con el día en que te cases y te establezcas aquí con tu mujer e hijos?

Su abuela se refería a la finca de los Hunters, desde luego pensó Rick. La vieja y antigua mansión que había sido construida por su bisabuelo en 1890. No era el lugar donde él había crecido, pero sí era el sitio que consideraba su hogar. Él único en que había sido feliz de vedad.

- He estado pensando mucho -continuo su abuela-. Y estoy considerando dejarle Hunter Hall a tu primo segundo.

Rick se quedó petrificado delante del teclado.

- ¿Qué?

-Ya me has oído. Jeremiah y su esposa están pensando tener hijos y a ellos les gustaría criarlos aquí. Eso dicen.

- Si Jeremiah ha mostrado interés, es porque estará pensando el precio de la casa para poder venderla. Sabes bien que a su esposa y a él, no les importa el lugar. -le espeto con la mandíbula tensa-. Sabes que lo venderán abuela.

- Eso no es lo que me han dicho -repuso ella-. Y, aunque eso hubiera pensado, las cosas cambian cuando decides tener hijos.

Rick pensó sobre lo que sería perder Hunter Hall.

The Desire Of Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora