Seria muy dificil robar un banco?
Allison frunció el ceño mirando los informes financieros que tenia sobre su escritorio. Una de las voluntarias que tambien era su mejor amiga, acababa de entrar en su despacho con una carta en mano.
- ¿Tan malo es? - Pregunto Rachel.
- O podríamos robar una joyeria.
- ¿Con ropa negra de cuero y ajustada? - sugirió Rachel -. Podemos contratar a un profesional que nos ayude. Ya sabes , como los chiscos de Ocean's Eleven . A ser posible, que se parezca a George Cloony. Tambien podria ser al estilo Brad Pitt.
Allison sonrió.
- Yo prefiero a Cary Grant en Atrapa a un ladrón, ya sabes que estoy un poco pasada de moda.
Rachel rio.
- Cada vez me seduce más la idea. De acuerdo, ahora en serio. ¿Qué pasa?
Allison suspiro, cerrando los ojos y pasándose una mano por el cabello.
- He tenido un día horrible, Kevin Bluckey está de nuevo en el hospital, me lo han dicho esta mañana sus padres. Y las perspectivas financieras para el año que viene son bastantes sombrías. Desde que empezó la crisis, han decrecido los donativos, así que vamos a tener que recortar algunos de nuestros servicios que ofrecemos. Y tendremos que posponer los planes para la construcción del HOGAR DE MEGAN... esta vez, de forma indefinida. Ya es bastante difícil mantener los viejos proyectos como para emprender algo nuevo.
Durante años, Allison había acariciado el sueño de construir un centro de retiro para las familias con hijos enfermos de cáncer en etapa terminal. Había estado a punto de conseguirlo, pero la recesión económica del país había truncado sus esperanzas.
-Algún día lo conseguiremos -dio Allison, en parte a Rachel y, en parte, a si misma. No podía renunciar a ellos. Después de todo, no era la primera vez que se enfrentaba a la dura realidad. Ya había perdido a Megan a causa de cáncer... cuando se perdía a una hermana de catorce años de edad, se perdía también toda esperanza de que la vida fuera justa.
-Lo siento -murmuró Rachel con gesto cabizbajo.
-Y la expresión en tu cara... ¿tiene algo que ver con la carta que traes en tu mano?
Rachel asintió.
-Odio tener que darte malas noticias.
- ¿De qué se trata?
-Es sobre la petición de Julie.
-Pero su petición es la más fácil que hemos tenido en años -repuso Allison, frunciendo el ceño -. Solo quiere conocer a ese magnate informatico, el hombre que diseño su videojuego favorito, ¿Rick..?
- Hunter - repuso Rachel.
- ¿Y cuál es el problema?, Vive justo aquí en Seattle, ¿no es así?
-Hunter se niega a colaborar con nuestra causa -informo Rachel encogiéndose de hombros con impotencia.
-Eso es ridículo -opino Allison, mirándola sin creer lo que había escuchado -. No tiene ni que tomar avión. Tiene sus oficinas justo enfrente del hospital del centro, hasta podría ir caminando. ¿Qué ha dicho?
-Se ha negado rotundamente. En lugar de eso, nos ha mandado un donativo.
Un donativo.
Claro.
El dinero era bienvenido, pensó Allison. Necesitaban todo el que pudieran recaudar para la fundación. Pero ella esta segurísima de que no era la primera vez que aquel magnate, presidente y propietario fundador de Hunter's Systems, había sacado su chequera en vez de ofrecer su tiempo.
Y, al parecer, su intención era comprarlas para librarse de tener que visitar a una paciente víctima de cáncer.
-Déjame ver -pidió Allison.
Rachel le entrego la carta y Allison leyó en voz alta, entre líneas la nota que había mandado ese tal Rick Hunter.
- "Sintiéndolo mucho, no puedo atender a su petición, soy un hombre profesional muy ocupado, no tengo tiempo para..."
Allison hizo una bola con el papel y lo tiro en el bote de basura, sin encestar.
-Dice que está muy ocupado. ¿Puedes creerlo? Conseguimos que el equipo de los jugadores del Green Bay Packers viniera a ver a uno de nuestros niños el año pasado... ¡Y durante la temporada de futbol!
Allison había tenido un mal día, y en ese momento, le parecio que Rick Hunter era un objetivó fácil para descargar toda la ira y frustración que tenía guardada.
Y conveniente, puesto solo estaba a cinco minutos en coche de su oficina.
Echando la silla para atrás, se puso en pie.
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The Desire Of Love.
RomanceEra el trato más sencillo del mundo. Lo único que Allison Landry tenía que hacer era salir con el magnate informático Rick Hunter durante unos meses. A cambio él la ayudaría a financiar su organización benéfica. ¿Cómo podría negarse? Sobre todo, cua...