Prologo

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Sofia

Muito abrigado – le agradecí al camarero y comencé a caminar a la playa.

El atardecer se veía hermoso ese día, bueno como todos los anteriores pero este tenía algo especial.

Deje mí vaso en la arena y tome mí cámara en mano para empezar mí sesión de fotos a el atardecer.

Me agache para tener una mejor toma, si esa pose estaba bien, enfoque..... no me quería mover porque si no iba a perder el foto, estaba apunto de tomar la foto cuando siento que algo me golpea en culo dejándome arrodillada en la arena.

¿Quee!?

– Nooo! era una buena foto! LA PUTA QUE ME PARIO! – grite frustrada

Mire la pelota que estaba a mí lado, asique esa mierda era la causante de que allá perdido una de las mejores fotos de mis vacaciones.

Buenísimo!

Escucho pasos a mí costado, me giro para ver quién había sido el causante de haber arruinado mí foto.

Un hombre trotando venia hacia mí, su piel tostada, sus ojitos chinos, su increíble físico.

Era el verdadero hombre.

Este era argentino, no se porque pero sabía que lo era, si me equivocaba iba a tener que hacer fondo de mí trago.

Agarró la pelota en mis manos, el sonríe cuando llega enfrente mío.

QUE HERMOSA SONRISA!

– Tuya? – le dije

El me miró sorprendido, si las pocas veces que me encontraba a algún argentino por río se sorprendían, o me pedían ayuda para hablar con algún mozo de ahí.

No sabía hablar perfectamente el portugués pero me defendía bastante bien, ya que vivía con mí mejor amigo que era brasilero.

– Si... argentina? – pregunta curioso

– Si... y tu pelota acaba de arruinar una de las mejores fotos de mis vacaciones – dije alzando la cámara

– disculpame no vi bien a dónde la tiraba.... – se veía arrepentido

– Está bien no pasa nada.... – dije suavemente

El me sonrió y le extendí la pelota, mientras manos rozaron al agarrarla.

– Gracias... emmm

se había puesto nervioso o vi mal?

– Sofía... y tu nombre? – pregunté curiosa

– Enzo – sonrió de nuevo

Que hermosa sonrisa que tenía, me gustaban las arruguitas que se le formaban al costado de sus ojos.

– un gusto Enzo... espero que no sigas golpeando chicas por ahí – dije y soltó una risa

– lo mismo digo Sofi....

Dicho eso comenzó a caminar para atrás con una sonrisa coqueta, no pude evitar sonreír.

Agarre mí cámara y le tome una foto al atardecer y está si salió como esperaba.

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sofidominguezok

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« Una Noche » [ Enzo Pérez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora