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-listo- dijo una pelinegra estando al frente de una rubia clara que estaba metida en su teléfono.

la de cabellos rubios claros la miro desde los pies a la cabeza y negó con la cabeza, minji solo la miro frunciendo el ceño y se cruzó de brazos ante lo hecho por su amiga.

-te dije que te pusieras una chaqueta que te abrigara porque te va a dar mucho más frío que cuando estamos en el apartamento.

-ay no chica, ya yo me he ido en moto contigo y no me da frío.

-porque siempre tienes puesta la chaqueta del trabajo, ahuevoniada- le respondió prendiendo la moto, minji rodó los ojos y se montó sin pararle bolas a su bro. -bueno todo listo ¿segura que no se te queda nada más?

-creo que si- y ahí haerin la miro con cara de culo y minji rió por la cara de su bro. -es broma, tengo todo, tranquila.

-mosca pues- dijo y le tendió un casco a la muchachita que se negó, haerin rodó los ojos y se lo puso a la fuerza a la pelinegra, dejándole un coñazo en la cabeza. -si eres necia chica, de verdad.

y de ahí murió la conversación porque haerin se puso su casco y arranco de una, esas dos muchachas ni se hablaron en el camino porque una estaba era pendiente del camino y la otra bueno, estaba pasando frío por no hacerle caso a la menor, que vaina.

por otro lado, estaban tres muchachas en el centro comercial acordado bueno la verdad es que eran dos hablando normal y otra la tenían agarrada para que no se fuera por ahí.

–me tienen agarrada cómo si me fuera a escapar pa' otro lado– dijo la menor de todas que tenía a sus dos mayores con los brazos entrelazados con los de ella porque si, a hyein la mandaron a sentarse en medio de las dos, que vaina. –ni siquiera conozco chacao como tal para irme poraí.

–quien sabe si te da por explorar el Sambil sola– le respondió giselle mientras la miraba a los ojos, hyein mirando para otro lado rojita y giselle riendo internamente porque sabía que la menor le daba vaina que la miren a los ojos.

–mi alma giselle no me mires a los ojos que siento que me ves hasta los pecados, dios mío– y ahí la mencionada rió con ganas por lo dicho la menor, eso hasta que la mayor de las tres le metió un coñazo en la pierna a la menor. –ah pues karina ¿que es? pégale a la mamá tuya.

–ay hyein de los angeles, tas muy alzada te voy a prohibir la junta con haerin– le dijo Karina señalando a la menor con el dedo índice mientras que hyein le sacaba la lengua como si fuera una niña chiquita. –ay carajita.

–hola imbéciles, menos hyein– dijo una chica de cabellera rubia clara con una sonrisa saludando a las dos muchachas que le devolvieron el saludo de igual manera y hyein bueno, la saludo con las manos. –coño suelten a la muchacha vale.

–¿y katherine?– pregunto giselle, soltando a la menor igual que Karina mientras hyein aprovecho que por fin la habían soltado para levantarse y estirarse, pelando los ojos porque le había tronado la espalda.

–debe de venir ahorita, se quedó arreglándose el pelo por el reflejo de un carro– dijo, Karina le dió un golpecito en el muslo señalando para una parte, haerin volteando a ver en dirección que estaba señalando la mayor y sonriendo con burla. –mira la reventé.

todas rieron por lo dicho y la recién llegada las miro confusas.

–¿de que se ríen? cuéntenme– pidió y todas negaron riendo y minji se cruzó de brazos por eso viendo como giselle y karina se levantaban de donde estaban sentadas estirándose un poco.

–vamos dándole chola porque tengo hambre.

–que raro tú, hyein– respondió minji mientras todas reían e iban caminando adentrándose más al centro comercial. –¿tu mamá no te dijo nada de porque no te fuiste con nosotras?

candela [newjeans & aespa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora