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Un nuevo semestre estaba por iniciar en Nevermore, luego de los sucesos devastadores causados por Crackstone y el triste fallecimiento de la directora Larissa Weems, los estudiantes se encontraban más que preparados para ese nuevo ciclo escolar.

Excepto Wednesday Addams, porque tenía dos enormes inconvenientes.

Número uno: Pugsley Addams.

No era que la chica odiara a su hermano, o al menos no tanto. Sino que tenerlo ahí presente mientras sobrellevaba su segundo inconveniente le complicaba las cosas. ¿Por qué? Sencillo, Wednesday no quería que nadie de su familia se enterara. Y si las vacaciones forzadas fueron difíciles en casa, creía que entrar a la academia sería un descanso.

Gran error. Pugsley también asistiría.

Número dos: Goody Addams.

Si bien su ancestra le había ayudado a encontrar la verdad sobre Crackstone e incluso le había salvado la vida al entrar en ella para sanarla, ahora se había convertido en su dolor de cabeza, literalmente y metafóricamente hablando.

Porque, si bien ahora Wednesday tenía el poder de la regeneración instantánea gracias a Goody, también debía lidiar con la misma Goody.

Sí, Goody Addams tenía la capacidad de apoderarse de su cuerpo y hacer de las suyas.

Ahora el cuerpo que solo le pertenecía a ella, tenía dos dueñas: Wednesday y Goody.

Y nadie debía saberlo.

—¡Admira a nuestros hijos, Tish! —exclamó su padre tan melosamente como siempre, señalando a ambos como su mayor tesoro— Hace años éramos tú y yo, ahora serán nuestros pequeños.

Pugsley mantenía una sonrisa en su rostro, contrario a la fría mirada de su hermana, que solo deseaba que ya se fueran.

—Los dejamos crear su propia historia, Nevermore es maravilloso —aludió su madre, haciendo elegantes gestos hacia el lugar—. Es hora de que volvamos a casa, sin mis niños.

—Estaremos bien —sonrió más ampliamente el menor—. ¿Verdad, Wednesday?

—El semestre pasado casi termino sin vida —respondió aburrida—. Espero tener la misma buena suerte.

—Nos vamos en la próxima reunión de padres, cualquier cosa por la bola mágica.

Sin más rodeos, se despidieron y se marcharon, Wednesday no perdió de vista el auto de sus padres, notando cómo volvían dejar caer a Thing por debajo, aquello le causó una muy pequeña sonrisa.

Volvería a tener a su fiel compañero.

—Padre dijo que me acompañarías a mi dormitorio —dijo su hermano, cargando una mochila—. Pero Lurch se adelantó.

—Bien, no pensaba hacerlo de cualquier forma —empezó a caminar hasta su dormitorio, dejando atrás a su hermano.

No le tomó mucho tiempo llegar a su dormitorio en Ophelia Hall, en menos de lo esperado ya se encontraba girando el pomo de la puerta, encontrándose con un dejá vú.

—¡Holi, roomie! —se le acercó una emocionada Enid, a diferencia de la primera vez, en esta ocasión la abrazó, aunque aún le parecía raro— Te traje algo.

—¿De qué se trata? —preguntó, observando que la chica le extendía una caja.

—Ábrelo —pidió muy sonriente.

Sus dedos abrieron con cuidado el papel y se encontró con algo que no creía volver a ver. —Otro... snood.

—¡Sí! —exclamó muy feliz— El tuyo se arruinó cuando huimos del hyde, entonces vi el mío y dije "no puedo tener el mío y que Wednesday haya sacrificado el suyo", así que hice este nuevo.

Personality || wenclair [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora