"¿Te encuentras bien?" preguntó Lily, mirando a Jane con una mirada un poco extraña.Jane no dijo nada, estaba hipnotizada por los hermosos ojos azules que la miraban frente a ella. "¿Hola?", dijo Lily sonriente, mientras movía su mano frente al rostro de Jane.
"Perdón, me quedé pensando en otra cosa" Jane respondió nerviosamente "Mi nombre es Jane".
Lily sonrió con entusiasmo. "Mucho gusto Jane, veo que vas a la cafetería, ¿te gustaría acompañarme para almorzar?". Jane estaba un poco aturdida pero se dio cuenta de que era una buena oportunidad para no pasar el almuerzo sola.
"¡Claro, vamos!", respondió Jane devolviéndole la sonrisa a Lily.
Entrando a la cafetería, el silencio se hizo presente mientras todos los ojos volvían a centrarse en Jane y una figura esbelta se acercaba a ellas desde las mesas.
"¡Vaya, vaya la chica rica que quiere presumir su ropa cara! -exclamó Samantha con ironía— ¿Por qué no regresas a Manhattan? Aquí no encajas". Estas palabras provocaron una carcajada entre los estudiantes.
"Ignórala" dijo Lily "Es pura envidia de que la atención ya no solo es de ella"
"Los raros se juntan con los raros, no me sorprende, aléjate de mi no quiero que pienses que soy como tú" dijo Samantha haciendo una mueca de asco. "Ten cuidado Jane, no te vaya a querer hacer como ella"
"¡Vamos, Lily! ¡Busquemos una mesa!", exclamó Jane, dirigiéndose hacia el fondo de la cafetería. Los estudiantes se detuvieron para observar mientras Jane y Lily pasaban, antes de retomar sus conversaciones. Finalmente, encontraron una mesa en un rincón apartado de los demás, y se sentaron.
"Samantha se cree la reina de la escuela, pero en realidad a todas les cae mal", dijo Lily con un tono de voz cargado de compasión. "No dejes que sus palabras te afecten, no vale la pena".
Jane sacó su termo con té y, con una mirada llena de determinación, preguntó a Lily: "¿Por qué decidiste sentarte conmigo? ¿No crees que soy la rara de la escuela?".
"Los raros somos los mejores, eso que la gente ve raro en ti, es lo que realmente te hace única" Lily dijo sonriendo "Aparte tener dinero no te hace raro jaja solo te hace víctima de la envidia de la gente"
"El dinero no es todo lo que la gente cree" dijo Jane bajando la mirada. "Hay cosas que no se compran con dinero; cosas que no tienen precio". Jane volteó a ver el fondo de pantalla de su teléfono, donde se veía una foto de ella y su mamá cuando era pequeña.
"Lo siento mucho, seguro la extrañas muchísimo" dijo Lily mirando a Jane con compasión.
"Era muy pequeña cuando pasó, y a pesar de que mi papá dio todo el dinero que pudo, nunca pudo encontrar una cura para su enfermedad". Jane contestó sin levantar la mirada: "A veces el dinero puede ser una maldición, la gente solo te quiere por él".
"A mí en realidad no me importa eso", dijo Lily sonriendo. "Estoy contenta de que hayamos chocado en el pasillo".
Jane levantó la mirada y se encontró con los ojos de Lily sonriéndole, haciendo que sintiera una mezcla de emociones: nervios, escalofríos, mariposas. Rápidamente volteó la mirada hacia otro lado, y pudo ver la mochila de Lily, de un color morado con un pequeño llavero con un arcoíris colgando de ella.
"Pero bueno, por lo menos ahora ya tienes una amiga en la escuela" dijo Lily "Cuéntame sobre ti ¿qué te gusta hacer?"
"Me gusta mucho la música, y también leer de vez en cuando" dijo Jane
"Me encanta leer y también me gusta escribir", sonrió Lily. "Voy a menudo a la cafetería del centro y me siento allí durante horas para escribir pequeñas historias. Tal vez algún día te deje leer una".
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Una Vida Sin Ti
Teen FictionJane había crecido en la gran ciudad, viviendo la gran vida que conllevan la riqueza y el estatus. Nunca le había faltado de nada, y las rutinas regulares de la vida le daban libertad para hacer lo que quisiera. Sin embargo, un verano tuvo que muda...