Jane había crecido en la gran ciudad, viviendo la gran vida que conllevan la riqueza y el estatus. Nunca le había faltado de nada, y las rutinas regulares de la vida le daban libertad para hacer lo que quisiera.
"¡Jane, ven aquí un momento, por favor!", dijo su padre Marlon mientras se sentaba cómodamente en el sillón de color vino en su lujoso departamento de Park Avenue en Manhattan.
"¿Qué pasó, papá?", preguntó Jane, acercándose con la novela romántica en la mano que había estado devorando ávidamente durante toda la tarde. Sus ojos brillaban de emoción, deseando con ansia escuchar la respuesta.
"Por cuestiones de trabajo nos tenemos que mudar a Banff en Canadá, sé que es repentino y muy diferente a Nueva York pero estoy seguro que te acostumbrarás rápidamente."
Jane sintió una profunda ola de angustia cuando pensó en su vida en Manhattan, sus amigos queridos y, por supuesto, su apuesto novio Evan. Sabía que todo iba a cambiar pronto, y no podía evitar sentirse aterrorizada.
"Ya he hablado con la escuela, transferirán todos tus créditos a una nueva preparatoria en Canadá y así no tendrás que repetir ninguno de los años escolares. Ahora pronto, comienza a empacar que tenemos que estar en Banff el lunes" - Dijo Marlon
"¡Pero papá!" - Antes de que Jane pudiera completar su frase, su padre se levantó del sillón y salió de la sala.
Jane estaba furiosa. Subió a su habitación y golpeó con tanta fuerza la puerta que tembló. Su vida social estaba destruida. ¿Cómo podía pasar de vivir en un lujoso departamento en Park Avenue a un pequeño pueblo en Canadá?
Decidió llamar a Larissa, su mejor amiga, para contarle todo y pedirle su consejo.
"Lar, tengo que contarte algo terrible - dijo Jane con la voz entrecortada y tratando de contener las lágrimas - me voy a mudar a Canadá".
"¿Cómo vas a mudarte a Canadá? No tiene sentido!", exclamó Larissa sorprendida.
"Es todo por el estúpido trabajo de mi papá. Tenemos que estar allá el lunes, y no tengo la menor idea de qué voy a hacer. Toda mi vida está aquí con ustedes. Me siento como si estuviera dejando mi casa atrás". Jane se tiró a la cama boca arriba, mirando el techo de su cuarto que muy pronto dejaría de ser suyo.
Larissa preguntó: "¿Qué pasará con Evan? Las cosas entre ustedes dos nunca han estado mejor".
"No estoy segura, pero tengo que decirle hoy. No creo que pueda mantener una relación a larga distancia, porque eso nunca funciona" - dijo Jane.
"Sinceramente, creo que tienes razón, Jane. No puedo creer que esto esté pasando. Eres mi mejor amiga y te voy a extrañar demasiado", dijo Larissa con lágrimas en los ojos. Jane podía sentir el aire de la ciudad entrando por su ventana mientras escuchaba a su amiga llorar.
Con un nudo en la garganta, Jane colgó el teléfono con lágrimas en los ojos. Se preguntó si realmente una relación a larga distancia entre ella y Evan podría funcionar. Se sentía desolada por tener que dejarlo, sabiendo que lo extrañaría muchísimo.
De pronto su iPhone comenzó a sonar, era Evan marcando por Facetime.
Jane consideró el pensamiento por un momento y decidió que era mejor responderle y contarle ahora en lugar de esperar más.
"Hola bebé", dijo Evan con una sonrisa cálida que iluminaba su rostro. Esa sonrisa era mágica, capaz de enamorar a cualquiera y de hacer que el corazón de Jane palpitara mas fuerte.
"¿Has estado llorando? ¿Por qué tienes los ojos tan rojos? - Evan se había dado cuenta y Jane no sabía cómo responder, así que decidió ser sincera.
"Me voy a mudar a Canadá el lunes, es por el estúpido trabajo de mi papá" - Dijo Jane
La sonrisa de Evan se desvaneció lentamente, mientras un profundo silencio llenaba la habitación. Jane podía sentir los latidos rápidos de su corazón acelerándose a cada momento.
"No sé qué decir...", murmuró Evan mientras llevaba la mano a su cara. Jane podía ver que estaba tratando de contener las lágrimas.
"No quiero perderte, quiero seguir contigo; es la única certeza en mi vida en este momento" - dijo Jane con los ojos fijos en la pantalla de su iPhone, donde podía ver los profundos ojos marrones de Evan llenos de lágrimas.
"Sé que las relaciones a distancia son complicadas, pero tú y yo somos diferentes, ¿verdad? Podemos intentarlo", dijo Jane con esperanza, mirando a Evan esperando una respuesta.
El silencio se volvía cada vez más intenso y Jane podía sentir que su corazón se aceleraba ante la incertidumbre. ¿Qué pasaría si Evan dijera que no quería seguir? Se preguntó, sintiendo cómo su mundo se desmoronaba a su alrededor.
"Jane..." respondió Evan levantando la mirada, y Jane pudo sentir cómo el dolor le arrancaba el corazón de su pecho.
"Tú lo sabes mejor que nadie", dijo Evan con los ojos llenos de lágrimas y mirando fijamente a Jane, "las relaciones a distancia son sumamente complicadas y por lo general acaban en fracaso".
"Sí, pero nosotros somos diferentes. Nosotros podemos luchar contra esto", contestó Jane con firmeza, a pesar de que estaba casi segura de que su relación estaba por llegar a su fin.
"Lo cierto es que no creo tener la fuerza suficiente para estar tan lejos de ti. No creo que pueda soportar la distancia", dijo Evan con un tono triste que cada vez desgarraba más el corazón de Jane.
"Lo siento, Jane. Realmente quiero que sepas que te amo, pero creo que tomar caminos diferentes es lo mejor para los dos. Tal vez, en el futuro, nos encontremos de nuevo." La pantalla del iPhone de Jane se volvió negra, indicando que Evan había terminado la llamada. Ese momento destruyó cualquier ilusión de futuro que Jane hubiera albergado.
Con un movimiento violento, Jane arrojó su teléfono al otro extremo de la habitación y se volteó, desahogando su frustración en la almohada. Su vida había cambiado completamente en una hora, y no sabía qué le esperaba en Canadá. El miedo y la ansiedad se apoderaron de ella, pero no había marcha atrás.
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Una Vida Sin Ti
Novela JuvenilJane había crecido en la gran ciudad, viviendo la gran vida que conllevan la riqueza y el estatus. Nunca le había faltado de nada, y las rutinas regulares de la vida le daban libertad para hacer lo que quisiera. Sin embargo, un verano tuvo que muda...