𝓡𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓲ó𝓷

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—...Hyung*, ¿estas bien? — Fue lo que me dijo esa persona.

Con su costado desgarrado, mientras sus viseras se derramaban y el me preguntaba si yo estaba bien. Se encontraba al borde de la muerte, pero su rostro solo estaba ligeramente pálido.

Esa mirada tranquila que me dirigió me molesto.

Me senté en el suelo mirando a mi hermano sin decir nada.

Se la pasaba continuamente interfiriendo con mi trabajo. Él quien era mejor que mi inmunda existencia, por lo que todos alrededor siempre me decían que me quedara quieto y me comportara, que no debía de aferrarme a su muslo. No estaban equivocados porque llegue a romper este muslo grande y confiable.

Sin embargo.

—... ¿Por qué estás aquí? 

Un tono tajante salió de mi boca a causa de este viejo tema.

¿Por qué venir a un lugar de porquería por alguien que ni siquiera tiene relevancia para ti? 

Somos todo menos cercanos. Si nos encontramos por casualidad, solo existiría un aura helada en medio. Al destrozarme los huesos de la pierna, en el hospital ni una vez recibí su visita. Cuando le busque por ayuda para arreglar el daño en mi pierna, me rechazo sin una segunda mirada y me echo en seguida. Ese día, luego de que me sacaran, me vi obligado a tomar el dinero que me dio. No habíamos hablado desde entonces.

Él se mofo amargamente de mi pregunta.

— ¿Por qué estás aquí, mierda?

Aunque consideré que era el tipo de persona mordiendo la mano de quien le alimenta, no pude evitar la maldición que se escabullo de mis labios. Él tenía grandes expectativas en sus hombros, no tenía por qué dar la vida por un familiar inútil.

Maldito loco.

¿Desde cuando éramos tan devotos por el otro? Si mueres y apareces en las noticias, maldita sea, despotricare y fingiré demencia lo juro.

No tenías que...

Me encuentro enojado. Enojado y frustrado por mi existencia tan patética, no por él.

Cierto, siempre he sido un imbécil como hermano mayor. Aun en estas circunstancias sigo siendo una persona con una mente retorcida llena de quejas y un complejo de inferioridad.

¡Así que deja que este estorbo muera en un rincón de una mazmorra! ¡¿Por qué llegaste?!

—Escúchame, Hyung — él dijo, evitando mi pregunta. — Rauchitar se duerme cada cinco horas, si te escondes una hora más se dormirá. Solo tendrás que salir por la entrada, me deshice de los monstruos menores, mientras no toques a Rauchitar estarás bien.

Seguidamente me entrego una pequeña piedra azul. Era una Gatestone* la cual crea una salida en una mazmorra cerrada. Solo funciona cerca de la entrada, un articulo valioso de un solo uso y a su vez de un único portador.

Criando a Niños Clase S Posesivos y problemáticos [🄻.🄲.🅂.🅀.🄲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora