Todo Lo Que Nunca Te Dije

2-2 Depresión

Decir que lo extrañaba es muy poco para lo que sentía, cada vez me sentía peor, no tenía ganas de nada, dormia muy poco, comía muy poco, siempre me había parecido muy exagerada la escena de crepúsculo en la segunda película cuando Bella se deprime, pero me tocó vivirla, y es que estaba mal, dependencia emocional, cuando dependes así de alguien y se va, es simplemente horrible, sientes que toda tu vida se arruinó, sientes que todo colapsa, y es así como me sentía, mi familia se preocupo, era obvio que estaba muy mal, y después de una gran discusión en mi casa, mis padres decidieron buscar ayuda, y es que yo no tenía ganas de nada, me sentía sola, y es que no tenía a nadie más en mi vida, nadie más que el y ahora ya no estaba, aún así nunca les conté lo que pasó con el, al pasar el primer mes, mi hermana me preguntó por el y lo único que pude decir fue que seguíamos hablando como amigos, mentí, y la verdad es que no quería contar lo que había pasado, en el fondo esperaba que las cosas se arreglaran con el y no quería que en mi casa lo odien, y es que en el fondo yo esperaba que en el futuro de arreglaran más cosas.

En el mes de junio empecé terapia después de que me diagnosticaron depresión, también empecé a tomar pastillas, tanto para la depresión como para la anemia, es un proceso largo, también se me diagnóstico dependencia emocional hacia mis amistades, y eso se fue tratando en terapia, me ayudo nucho.
Para este mes empecé a hablar con alguien de mi Cole, hice una amistad, y empecé a querer mejorar, pero mentiría si dijera que lo hice, no había un día en el que no pensara en el, casi diario releía nuestros mensajes, cada día pensaba en escribirle, pero se quedaba en eso, no me atrevía, no sé si por orgullo, por vergüenza quizá, no tenía la fuerza para volver a buscarlo, que iba a decirle, así que solamente seguí, intente concentrarme en otras cosas, en otras personas, pero el mantenerme ocupada no significa que estaba sanado, al contrario, solo estaba evitando el tema, cuando mi mamá o mi papá preguntaban por el, el porque ya no salíamos, lo único que podía decir era que estábamos muy ocupados, que ya no hablábamos como antes, que casi ya no hablábamos, lo hice parecer como si simplemente nos hubiéramos alejado de a poco, mutuamente.