Capítulo I

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Era mediados del invierno cuando los integrantes de la casa Stark  emprendieron un viaje desde Winterfell hasta el sur de Poniente, exactamente hasta la capital Kings Landing con el motivo de responder ante la cordial  invitación del rey Viserys I para permaner un tiempo en estadía en la fortaleza roja y así incrementar la amistad entre ambas casas.

Durante varios cambios de luna la familia Stark se había encontrado viajando a caballo junto con una escolta de hombres para protegerlos y llevarlos a salvo por los caminos del contienente, ambos hijos del matrimonio se habían mantenido callados después de horas discutiendo sobre el cómo era la capital y los habitantes de ésta, debido a que jamás habían viajado fuera del norte y menos en un trayecto tan extenso como este. Habían admirado las tierras donde habían llegado a hospedarse para cargar energías y conseguir municiones para continuar con su viaje.
Sin embargo en esos momentos ambos hermanos se encontraban intrigados con la inmensa construcción que se presentaba ante los ojos de los viajeros y es que el pueblo de Kings Landing se encontraba ahi después de noches de traslado, en donde se apreciaba un gran castillo al fondo siendo esté la Fortaleza Roja.

Al fin podrán descansar más cómodos después del viaje y sobre todo comer algo que pueda llenar los estómagos de todos - habló Lady Gilliane a su esposo - espero que el trato amable también incluya a nuestros caballeros, gracias a ellos llegamos bien.

Espero que el trato también incluya a los caballos - menciono la pequeña castaña la giro su cuello un poco para observar al resto - el viaje nos agotó a todos por igual y también necesitan un descanso digno.

No te preocupes hija, somos invitados del rey por lo que tanto nosotros como los caballos seremos bien tratados, al menos eso espero - la profunda voz de Rickon se hizo presente en la conversación - para ello tú y tu hermano deben recordar ser cordiales con todos en el castillo, puede que en el norte todos acostumbren el mismo sentido del humor pero aquí es distinto.

Ellos son distintos, son la familia real después de todo - el primogénito del Stark se había unido a la conversación pero su actitud se mostraba muy tensa- nos pueden echar del lugar si los hacen sentir ofendidos - remarcó miéntras observaba a la menor para después guardar silencio y mirar de nuevo al frente -.

Dos inmensas puertas se encontraban siendo abiertas por los guardias de ésta después de visualizar los estandartes de los Stark, en el cual se encontraba la cabeza de un lobo.
Se adentrarin en aquellos puros que protegían al pueblo y continuaron su trayecto admirando. Las piedras de las construcciones eran de colores blancos aún que un poco sucios debido al desgaste mientras que los tejados que las adornaban eran de un color rojizo  el aire frío soplaba en los rostros de la gente, si bien era invierno no era como en sus tierras, aquí la nieve no se encontraba presente aún y no pintaba de un
blanco puro todo lo que se encontrará a la vista.

Los pobladores los observaban con atención en su camino, ver a los integrantes de la casa Stark en la capital era algo inusual, así mismo los pequeños también los observaban a ellos tratando de analizar las expresiones en sus rostros. Habían pasado entre chozas e iglesias hasta que por uno de los caminos visualizaron a lo lejos un gran construcción con un domo de cúpula, era inmenso y la curiosidad de saber que se trataba invadía la mente de los menores.

El trayecto siguió un poco más hasta llegar a otras puertas de menor tamaño que decoraban la entrada de inmensos muros que albergaban en su interior grandes torres, habían llegado por fin a la fortaleza roja. La bienvenida se hizo notar, había caballeros a los costados de la entrada donde ellos ingresaban mientras que un hombre gritaba haciendo  presentación de la familia, además de  personas bien vestidas , con joyas adornando sus manos y sus cuellos.
Y al fondo de la multitud justo sobre
los escalones de la entrada se encontraban los miembros de la familia real la cual resaltaban aquellos cuales hacían porte de los rasgos característicos de su sangre valyria. Los Stark paseaban sus ojos entre aquella familia para después mirarse el uno al otro, puede ser que ambos jamás hayan visitado aquellas tierras y menos conocer los rostros pero sí algo sabían eran las historias y rumores, los cuales sobraban en esa familia.

Ice & High Fire - Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora