Chan entró por primera vez a aquella sala donde varios sillones blancos, igual que el suelo, igual que la pared, igual que todo en aquel lugar lo recibieron, había un total de cinco personas en esa sala, cuatro con suero y sus medicinas y una enfermera que revisaba el gotero y hablaba con una sonrisa a las dos mujeres y el hombre mayor que estaban junto a ella.
Fue a la parte más apartada de la sala en un rincón, donde el único que tenía cerca era un muchacho joven con un gorro de lana colorido que llamó su atención inmediatamente.
El chico del gorro estaba concentrado escribiendo en un cuaderno, jugaba con sus finos labios mientras pensaba, su mano inquieta, a veces iba a su mentón y otras tiraba de su labio, su ceño se fruncía porque no le gustaba cómo iba quedando su trabajo.
Se sentó junto a él, no porque fuera el único lugar libre, sino porque era el único lugar que estaba más lejos de los demás, pero más cerca de él a la vez.
一¿Primera vez? 一preguntó aquel desconocido con gorro de colores, alzó la vista de su cuaderno para mirarlo, unos ojos de color avellana lo hipnotizaron un segundo completo一. No te he visto aquí antes.
Chan asintió.
一Sí, sí... Es mi primera sesión.
一Oh, esa es la peor. 一soltó una risa y sonrió de forma sincera, se acomodó con cuidado de que la vía que estaba unido a él no se moviera一. Sé que es nuevo y puede darte miedo y tal, pero no es la gran cosa, ya después te acostumbras.
Chan sólo asintió y miró sus manos incómodo, jugando con sus pulgares.
一Soy Minho, Lee Minho, ¿Cómo te llamas?
一Bang Christopher Chan. 一dijo, alzando sus gatunos ojos hacia a él一. Tu gorro es lindo. 一dijo, sin saber muy bien porqué.
一Oh, gracias, yo lo tejí. 一dijo, acomodándoselo un poco, notó algo de cabello muy corto y de color rosa claro.一 No es para ofender, pero el tuyo te hace ver como una botella de esas con tapa azul.
Chan abrió su boca y frunció el ceño, evidentemente ofendido, la risa de aquel chico no lo dejó ser serio y terminó riendo también.
一Pues sí, soy muy fan de las botellas con tapas azules.
一Oh, ahora todo tiene sentido.
一Señor Bang, ¿Está listo? 一una enfermera se acercó a él con una sonrisa amable, todas las buenas vibras que había obtenido de hablar con aquel extraño de gorro colorido se fueron y asintió totalmente serio.
Vio una mano acercarse a él y continuó hasta ver el rostro de Lee Minho, sus grusos labios dibujaban una sonrisa que hacía que un pequeño dobles naciera debajo sus ojitos, que se veían amables luminosos, un ligero rubor se esparcía por sus mejillas.
一Puedes tomar mi mano para sentirte mejor. 一ofreció y Chan dudó, hasta que por fin le hizo caso.
Apretó la mano de aquel extraño mientras la enfermera hacía lo suyo y una vez que estuvo todo conectado y el gotero en marcha, suspiró con alivio, mirando a Minho, quien le sonrió ampliamente y sus ojitos desaparecieron detrás de sus mejillas.
Una bonita sonrisa que lo terminó contagiando también.
一No fue tan terrible al final, ¿No crees? 一dijo.
一No. 一negó一. Para nada. 一dijo, sin soltar la pequeña y cómoda mano de Minho, notó que era tibia y esponjosa, le pareció tierno y bonito.
Minho balanceó sus manos unidas, sonriendo como un tonto, sus mejillas se ruborizaron más.
一¿Molesta? 一preguntó Chan一. Aún... Estoy muy nervioso.
一Ey, tranquilo, el secreto es no pensar en eso y distraerte... Mira el lado bueno, puedes hacer nuevos amigos aquí, por eso son geniales las quimio en grupo. 一dijo Minho.
Chan miró alrededor, a todos los presentes que estaban igual que él, algunos más pálidos que otros, algunos más viejos, sabía que los que estaban con mantas o más abrigados eran los que estaban más débiles.
一De los que ves aquí... ¿Cuántos crees que en verdad vivan? 一preguntó, sus oscuros ojitos se encontraron con los de su compañero一. A mí todo esto... Me parece absurdo y horrible, una pérdida de tiempo, sí de todas formas vamos a morir, ¿Cuál es la razón de todo esto?
Minho ladeó su cabeza sin dejar de mirarlo y dijo con toda la tranquilidad del mundo:
一La razón la tendrás tú, Chan y sí no la tienes ahora, tu razón es buscarla. Hay algo especial para ti, aunque creas que no hay nada, siempre lo hay.
Chan iba a refutar, de que eso en parte le parecía ridículo.
一No puedo responder a tu pregunta porque la respuesta la tienes tú mismo, Chan. 一lo interrumpió Lee y sonrió como sí conociera los secretos del mundo一. Encuéntrala y verás que tengo razón.
El chico de gorro de colores le habló toda la sesión de quimio y lo distrajo tanto de esta que se sorprendió cuando terminó, Minho se despidió de él con un beso volador y a Chan le pareció algo raro, pero no preguntó.
E incluso horas después de su sesión, más que en el gotero, en el blanco o en la misma quimio, sino que pensó únicamente en el hermoso chico de gorro de colores. ㅤㅤㅤㅤ
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