Capítulo 04.

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Tirado en su cama, escuchando música instrumental tremendamente triste, Chan miraba el techo a la espera de que se cayera encima de una puta vez.

Se sentía como la mierda y todas las noticias que había recibido en ese día, lo hacían sentir más y más mierda.

Su teléfono sonó por doceava vez, pero estaba a un metro y medio de él y le pareció demasiado lejos.

Fue la décima tercera vez que se cansó de que sonara y atendió, se fijó en el nombre de "Lee Minho" en la pantalla.

一¿Qué quieres?

一¿Por qué no estás en la sesión de quimio, Chan? 一Minho estaba más que enojado, furioso y necesitaba descargarse con todos los insultos que conocía y dirigirlos todos a la razón de su molestia.

一Decidí que iba a dejarlas... Es una pérdida de tiempo.

一No, ¿Me escuchas, Bang? Yo te digo que no.

一No eres nadie para decirme qué hacer.

一Pues sí, no lo soy, ¿Y qué? Te lo digo igual, imbécil, ¿Qué problema hay?

一¿Por qué me insultas?

一Porque eres un maldito desgraciado, Bang, ¿Tengo razón?

Chan se mantuvo en silencio varios segundos.

一Pues sí.

一Y sí te que quedas allí, eres un perdedor de los peores, Chan, eres un perdedor, pero de los que se rinden, idiota.

一¿Puedes parar?

一No, no quiero, ya me tienes harto y ya empecé esta pelea. 一replicó Minho, sin duda, estaba quedando como un loco frente a sus compañeros de quimio que lo miraban con ojos muy abiertos一. Christopher Bang, ¿Al menos no vas a venir a despedirte de mí? ¿De todos nosotros?

一Fue un gusto conocerte, Minho-

一Ven y despídete de mí cara a cara, mierda, ¿Que ahora me tienes miedo o qué? Idiota. 一escuchaba a su lindo chico de gorro, apretar la mandíbula一. Ya sabes dónde estoy, ¿Qué mierda estás esperando?

一Está bien.

Chan colgó y pensando en él, se abrigó y salió de su departamento para pedir un taxi hasta el hospital.

Bajó frente al edificio de aquel gran hospital, pasó hasta llegar a la sala de quimioterapia, donde esta vez habían dos personas, una de las mujeres de antes y un hombre y Minho, quien estaba de pie, de brazos cruzados en medio de la sala de quimio.

Su ceño estaba fruncido y en sus ojos contenía lágrimas.

一¿Y ahora qué? 一preguntó, su gorro no estaba, estaba acalorado, furia y se había quedado sólo con un suéter, su corto cabello rosa pastel estaba a la vista一. ¿Por qué lo dejas? ¿Qué razón estúpida tienes esta vez?

Chan lo miró un momento, el chico estaba por llorar de molestia.

一Estoy cansado... Mucho, como nunca antes en mi vida, estoy cansado de todo y no quiero hacer nada.

一¿Leíste el folleto de los efectos secundarios de la quimio?

Chan asintió.

一Depresión está entre esas cosas, Chan, pero no es excusa para dejarte estar.

一Y después... La mujer que estaba aquí, 一señaló un asiento vacío一. No lo logró, ¿Y sabes qué es eso? Un recordatorio de que tampoco lo lograremos, ¿Por qué estar aquí de todas formas?

一Porque tú no eres ella, nadie de aquí lo es y nadie dice que no podremos, salvo tú mismo, Chan, te estás arrastrando solo.

Chan sorbió su nariz, sintiendo las lágrimas.

一En mis últimas pruebas... Todo salió igual cuando empecé con esto, nada cambió y sólo me estoy sintiendo como la mierda para que al final resulte en nada, ¡Nada!

一¡La quimio funciona así! 一Minho estaba rojo de furia一. ¡El que esté igual es una señal de que está actuando! 一suspiró de forma pesada一... Sí fuera nada, seguiría creciendo, pero ahora eso no ocurre, está igual que antes y es luego que empieza a reducirse, que da la casualidad que eso pasaría ahora, ¡Ahora! ¡Y vas a dejarlo ahora!

Chan lloriqueó, dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas, porque no tenía fuerza para limpiarlas, se sentía horriblemente vacío por dentro y supuestamente todo lo hacía esa quimioterapia.

一M-Minho... 一murmuró su nombre, bajó su rostro con vergüenza.

El nombrado se acercó a él con pasos rápidos, tomó su rostro y juntó sus labios en un inesperado beso que dejó a sus dos compañeros de sesión y a las enfermeras, que estaban viendo el alboroto, boquiabiertos.

Sus labios se movieron con seguridad sobre los de Chan, quien respondió y con mucho gusto, recorriendo los carnosos labios de su chico favorito con ganas.

Al separarse, había dejado de llorar.

一Ahora no querrás irte. 一murmuró Minho, y claro que tenía razón.
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chemo ━━ minchan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora