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Estaba jugando con el azúcar, dibujando formas en la mesa.

Era un restaurante bastante caro, con mesas redondas de cristal, con cuatro sillas a cada lado, manteles de color rojo sangre las cubrían. Había grandes ventanales, pero al ser de noche, lo único que iluminaba la habitación era una lampara enorme colgada en el techo, y unas velas en el centro de cada mesa.

Liam sentado delante de mi, toco mi hombro.

-Ya han llegado Harry.

Una mueca molesta invadió mi rostro.

-Todo saldrá bien.

Me gire para mirar la puerta del restaurante, Taylor llevaba un largo vestido azul de tirantes y la chica que la acompañaba había elegido un vestido blanco también largo y con mangas transparentes.

Las dos se sentaron en los huecos libres de la mesa.

Taylor fue la primera en hablar.

-Harry, esta es Corina.

Ahora que estaba más cerca podía fijarme más en ella.

Tenía el pelo corto, por los hombros, y negro, con ondas desordenadas y el maquillaje agresivo hacía que sus ojos fueran más verdes.

-Hola Cori, soy Harry.- Dije mientras estendia mi mano.

-No me gusta que la gente que apenas conozco me llame así.

Wow que antipática, básicamente me dejo morir con la mano extendida.

El resto de la noche paso de manera normal, salvo por algunos comentarios hostiles entre la chica y yo.

Hasta que literalmente explote, o mas bien, Corina me hizo explotar.

-No creo que con el mal gusto que tienes para hacer música, supieras vestirte sin mi ayuda.

Y es que Corina era la jefa de vestuario del grupo.

-Pues ya que se te da tan bien diseñar y toda esa mierda, diseña algo que no se manche con esto.

Levante mi copa de vino y en un ataque de ira, se la tire, esparciendo todo el contenido de esta por su conjunto.

Su cara fue de horror total, como si no se creyese lo que acababa de hacer, y con una sonrisa triunfante, salí del local.




I hate him.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora