I hate him.

3.

Liam no dejo de molestarme con el incidente de la otra noche en el restaurante.

-No es mi culpa que esa tía sea tan puta.

-Por muy puta que sea Harry, te has pasado, vas a tener que verla durante mucho tiempo ¿sabes?

Salte el suspiro mas largo de mi vida, me fastidiaba que Liam tuviera tanta razón, de hecho, yo había estado arrepintiéndome de lo del restaurante.

Llegamos al lugar de la entrevista, aparcamos, y fuimos ha cambiarnos para el programa.

Entonces, cuando vi, lo que Corina había hecho, cualquier atisbo de arrepentimiento en mi, se esfumo.

Observe la ropa que tenía que ponerme para la entrevista, busque otra vez en el armario, pensando que seria una broma, que habría otra cosa que podría ponerme, pero solo encontré una nota.

''No conseguí diseñar un vestido que no se manchara, pero hice esto pensando especialmente en ti.

xx.C''

Sabía perfectamente que era una simple venganza por lo que yo había hecho, pero no aprendí la lección, solo quería vengarme de nuevo, esa puta...

No tuve más remedio que ponerme lo que ella había preparado para mi, rosa, purpurina, lentejuelas y plumas. ¿Hace falta entrar en detalles?

(...)

Al terminar la entrevista fui a buscar a Corina, ella estaba en los camerinos, en el mio concretamente, seguramente esperando a que yo llegara.

No pareció asustarse ni un poco de la expresión irabunda de mi cara, solo sonreía, victoriosa, sabiendo que había conseguido igualar lo del restaurante, incluso superarlo.

-Eres una zorra.

-Si.

-Una zorra mala, ¿como has podido hacer eso?

-Lo he hecho por tu bien, Harry.

-Cállate.

-¿Olvidas que me pagan por hacer que te veas guapo?

-¡Que te calles!

-¡No!

Entonces cogí con mis manos cada lado de sus mejillas y en un fugaz movimiento, cerrando mis ojos, la besé.

Ella estaba realmente sorprendida, supongo, porque no logró articular una sola palabra.

-¿Vas a callarte ahora?

Ella solo asintió, mirando a mis ojos intensamente.

Entonces volví a besarla sin soltar su rostro, más dulcemente esta vez.

Ella rodeó mi cintura con sus pequeños brazos, rompió el beso, y escondió su cabeza en mi pecho.

-Eres un estúpido.- Dijo y se marchó.