╵☼My Sun♡ (CandyBats)

|🧷Capítulo Dos٭

≛ Kevin se dirigió a dónde creía que se encontraba Streber, no quería hacer esto más largo así que camino lo más rápido posible.

Mientras tanto el otro pelinegro iba con la cabeza agachada pensado qué probablemente no haga ningún otro amigo en este año lo que lo deprimía cada vez más.

Entre tantos sentimientos acumulados no se había dado cuenta que Kevin estaba detrás suyo gritándole que ya habían pasado su salón.

-KEVIN!!

Grito con emoción el pelinegro después de darse cuenta que Kevin estaba detrás suyo todo ese tiempo.

-HASTA QUE REACCIONAS POR EL AMOR DE DIO- Espera, ¿estabas llorando?

-¿Que?, EH NO PARA NADA ¿POR QUE LO PIENSAS?

¿Kevin se había preocupado por el? Era absurdo pensar en eso pero era una de las primeras personas que le habían hecho esa pregunta a verlo desanimado así qué lo tomó de esa forma.

-Ehh ¿por nada? Bueno, Pues sí no te apuras a entrar al salón vas a tener una razón para estar triste.

Respondió Kevin con un tono sarcástico mientras señalaba el salón dónde iban ambos.

Streber volteó la cabeza atrás de Kevin y efectivamente, ahí estaba su salón.

-SANTAS PIÑAS ¿POR QUE NO ME LO HABÍAS DICHO ANTES?

Exclamó Streber jalando su cabello.

-PERO SÍ TODO ESTE TIEMPO TE ESTUVE- ugh
Sabes qué, sólo entremos .

Streber le hizo caso al Alto chico y entraron juntos.

Al entrar al salón las miradas de sus compañeros no se hicieron de esperar viéndolos cómo sí acabarán de cometer un delito o algo por el estilo.

Los dos chicos apenados le pidieron una disculpa a su maestro de llegar tan tarde y este sólo los miro con una cara de qué quería asesinar medio salón.

-Y bien, ¿que más piensan decir?

Contesto el profesor ante la disculpa de los dos chicos.

Kevin estaba listo para decir la excusa perfecta de por qué habían llegado tan tarde pero Streber lo interrumpió diciendo la cosa más estúpida qué se le pudo haber ocurrido.

-Nos asalto un vagabundo qué estaba por los pasillos.

. . .

Inmediato las risas de todos los alumnos se empezaron a escuchar por todo el salón.

Kevin sólo miraba hacia abajo con una cara entre vergüenza y enojó ante la tonteria qué acababa de decir su compañero.

El maestro sólo los miro con una cara de decepción y les pidió qué sentarán en cualquier lugar, no quería perder tiempo con la estupidez qué había pasado.

Streber tomó asiento a fondo de la esquina del salón mientras tanto Kevin se sentó afrente del salón dónde a lado se encontraba una ventana intentado estar lo más lejos de Streber posible.