Chico 505 - H.A #37

Cinco

Los pasillos ya se llenan de adornos navideños, panfletos y carteles que anuncian la cartelera y elenco para el festival de invierno: la primera muestra de los alumnos sobre lo aprendido en ese primer semestre. No es raro ver a las chicas del club estudiantil adornando las paredes hasta entonces blancas, copos de nieve perfectamente cortados en papel maché azul cielo, tiras de escarcha colgando del techo y coronas navideñas en las puertas de las aulas. Los estudiantes de artes plásticas definitivamente hicieron un gran trabajo con los murales, representando desde muchos punto de vista artísticos diferentes, la festividad de navidad. Los jardines ya comienzan a teñirse de blanco, las bufandas y abrigos salen de los armarios y los vasos térmicos de café y té calientan a sus portadores.

Tay camina a un lado de Gun, mientras habla por teléfono con un amigo suyo del aula de Música.

—Phi, estás en el edificio oeste y deb- No, no, déjalo no te muevas yo voy por ti.

New a su lado (muy a su lado) se mantiene con mirada preocupada mientras el menor cuelga la llamada y deja salir un profundo suspiro.

—¿Te irás? —cuestiona el Phi con las manos rodeando un vaso de té chai.

—P'Mew está del otro lado de la academia, tengo que traerlo si queremos comenzar a practicar. —se pasa la mano por el cabello castaño y largo, con los ojos al suelo. New le pone una mano al hombro y como magia, su expresión cambia por una dulce sonrisa—No tardaré, lo prometo.

Tay se va pitando de ahí, esquivando alumnos a su paso rumbo al edificio oeste desde el norte. Gun, obviamente el único no-ciego de ahí, aclara su garganta tratando de llamar la atención del melancólico Phi a su lado.

—¿Cuándo vas a decirle, Phi? —cuestiona Gun con una sonrisa a medias.

New pega un respingo desde su lugar, abriendo adorablemente grande los ojos.

—¡¿Eh?! N-no sé de qué me hablas...

Después de una suave risa, el menor continúa.

—Ya, claro que no lo sabes...

—Deberíamos adelantarnos al salón de acústica. —Desvía New—. Ahí podremos esperarlos.

» Como proyecto de evaluación, New, Tay y Gun acompañados de un amigo del castaño (Mew) deberían presentar una canción que mezcle las dos disciplinas además de acompañar como música a un bailarín, un tal Off Jumpol que New integró al equipo esa misma mañana, a razón de que Gulf estaba ya dentro de un equipo con su compañero de canto, Luke.

—Adelántate, yo voy al baño. —miente el bajito, para dejarlos un poco solos.

New lo mira por segundos con una expresión indescifrable en sus ojos, pero termina aceptando.

—Bien, no demores.

—Nos vemos Phi.

Todavía con una gran sonrisa en el rostro, mirando a su Phi partir, Gun pega media vuelta en dirección contraria. Pudo haber tomado el camino largo hasta el salón, pero apenas dio un paso hacia adelante, chocó descuidada y dolorosamente con un muchacho delgado y alto, estampando su rostro de lleno en su cuerpo.

El extraño lo sostiene de los brazos, apretándolos a su costado. Gun parpadea varias veces, se frota el puente de la nariz y enfoca a quien le sonríe de forma encantadora.

—¿Estás bien? —visiblemente preocupado, el chico mantiene su sonrisa indulgente, como de disculpa— Fue mi culpa por ir corriendo, pero se me escapaba mi Phi y debemos ensayar, lamento el accidente.

Gun asiente, zarandea su cabeza de arriba a abajo y finalmente, da un paso atrás de los brazos de ese muchacho.

—Descuida, está bien. —le regala media sonrisa, después un corto asentimiento y sigue su camino detrás de New, todavía demasiado abrumado, con la sonrisa de ese chiquillo pegada a las retinas.

—¡Oye!

Gun frena sus pasos.

—¿Si? —el más alto le sonrió, con la cabeza ladeada.

—¿Necesitas que te acompañe? Podrías equivocarte de salón de nuevo...

Si antes no tenía color alguno en la cara, en ese momento Gun enrojece por completo en una mezcla de vergüenza y rabia. ¡Habían pasado meses desde el accidente! Y ahora ese encantador mocoso demasiado alto para su salud se burlaba de ello.

—Puedo llegar solo al segundo piso, gracias. —se acomoda el saco del uniforme, regresa sobre sus talones y se va de ahí pisando más rápido y fuerte de lo que debería.

Una risa contagiosa y suave se escucha, cada vez más cerca.

—¡Hey, yo también voy al segundo piso!

—Pues ve solo, tú no te pierdes. —apenas con el rostro ladeado hacia atrás, donde el más alto le sigue los pasos de cerca, Gun responde con evidente molestia.

Sube las escaleras de dos en dos a pesar de la dificultad que sus cortas piernas le presentan, con las manos hechas puños a los lados. Ágilmente, el chiquillo lo pasa.

—No quise sonar grosero... —su sonrisa disminuye, dejando paso a una brillante mirada—. Me llamo Off Jumpol, es un gusto poder conocerte por fin, Chico 505.

Tan pronto ha escuchado su nombre, Gun alza las cejas y entorna los ojos al cielo preguntándose: ¡¿Qué te hice yo, Dios mío?!

—Off Jumpol. —Repite Gun entre dientes—. Yo soy Gun, Gun Atthaphan y me debes un respeto.

Jumpol alza las cejas, visiblemente sorprendido y balbucea

—¿C-cuántos años tienes?

—Veintiuno. —responde Gun con el pecho inflado.

Off se inclina rápidamente. Avergonzado.

—¡Phi, disculpe! yo tengo veinte, cumpliré veintiuno en Enero.

Conteniendo las ganas de preguntar el día, Gun se regodea.

—Perdonado, pero sube ya o llegaremos tarde.

—¡Si, Phi!

Ambos suben por las escaleras, llegando así al aula 203, donde aguardan ya sus compañeros de equipo, ya que pueden escuchar una guitarra acústica siendo afinada. Off empuja la puerta, luciendo una gran sonrisa y dejando pasar al más bajito, que, al entrar, no puede evitar pensar que se vería adorable entre sus brazos.

Quizás un poquito menos serio y enfurruñado.

¡Comencemos!

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ