c i n c o

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Un día, Julián recibió una nota anónima, escondida en el bolso que llevaba a clases de baile.

« No soy de hacer esto, no te lo tomes mal.

Quería decirte que bailas hermoso.

Lástima que sea un solo triste, sería más hermoso si te viera sonreír.

También es hermosa.

Te admiro muchísimo.»

Sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente, y lo primero que se preguntó fue quien era aquel misterioso.

— Lisandro Martínez — dijo Kevin, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto—. Alto, cabello rubio, muy marcado— Kevin asintió, relamiendo sus labios—. Yo que tú lo hago caso.

Julián tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a ese chico que siempre llevaba su cabello rubio muy bien peinado, tenía un cuerpo que envidiaría cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior a su clase y sólo habían cruzado un saludo amable mientras él se marchaba y Julián entraba al estudio.

— Kevin... Ya te dije que no iba a salir con hombres de nuevo— el castaño negó.

— Julián, eres un asco para las mujeres— dijo Kevin sin un gramo de sutileza.

— Soy un asco para el amor en general— corrigió el menor.

— A ver, Julián, te gustan los hombres, ¿Qué problema hay? Ve y amalos, hay muchos hombres que también aman a hombres, ¿Estás en una fase heterosexual o algo?

Julián suspiró con cansancio y rodó los ojos.

— El único hombre que ame en mí vida es y serás vos— dijo, mirándolo, los ojos de Kevin se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas—. Temo que cualquier otro hombre me haga acordar de vos, pero es peor que eso porque cualquier otra persona me hace pensar en vos, Kevin.

Caminó de forma silenciosa hacia él, Kevin no se apartó, lo miró sin decir nada.

— Porque ni hay ni habrá nadie después de vos, y porque aún te amo y a pesar de todo no querés volver conmigo y nunca volverás, pero, por algo seguís aquí, ¿No?

— Julián, no-

— Me amas también— afirmó el menor.

Kevin rió con algo de vergüenza.

— Claro que te amo, Julián, ¿Quién no te amaría?

— Ya sabes de qué forma me amas, Kevin — dijo el menor, para que él no le restara importancia—. Sabes que me amas como yo.

El pelinegro se mantuvo sin palabras, Julián se inclinó hacia él para unir sus labios en un beso suave, Kevin cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguno, fue solo una unión de varios segundos, sin nada más.

Julián lo empezó y lo terminó, se separó para mirarlo con cierta pena.

— La próxima clase, vendré antes para ver a este tal Lisandro Martínez.

Y eso fue lo que más le dolió a Kevin, a ambos en realidad, pero fue uno de los momentos claves que lo hacían sentir que en verdad, no tenía nada que hacer allí.

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yo

yo

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𝗴𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂 ━━ juli x kevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora