s i e t e

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— ¡Julián!

El castaño se volteó hacia el rubio que se acercó a él a paso apresurado, Lisandro dejó un beso en su mejilla como saludo, haciendo que se ruborizara.

— Hola— murmuró el más bajo, encantado, se sonrieron.

— Mañana hay una muestra de arte, tengo dos entradas, tienen desde pinturas hasta un show de danza, ¿Querés acompañarme?

Julián rió con algo de nervios, con vergüenza murmuró:

— Lo siento, iría pero... Tengo una cita con alguien más.

Kevin en parte sonrió con orgullo al ver la expresión emocionada de Lisandro desaparecer.

— Oh, bueno— dijo y peino sus cabellos con algo de incomodidad.

— N-No es lo que pensas— Julián negó, moviendo sus manitos frente a él—. Voy a... Ver a alguien, al cementerio.

— Oh, Julián, no necesito explicaciones— dijo Lisandro, aunque se notaba más aliviado después de escuchar eso y volvió a sonreír—. Lo siento mucho.

— No, está bien.

— Bueno, lo dejamos para otro día, ¿Sí? — Julián asintió—, nos vemos, Juli, cuídate— besó su mejilla otra vez para despedirse, antes de salir del estudio con una encantadora sonrisa en sus labios.

Fue al vestuario y lo primero que le dijo a Kevin fue un "No sé si me gusta".

— ¿Cómo que no sabes si te gusta? — preguntó el mayor— ¡Julián! Tiene cara linda, le gusta la danza, sonríe bonito y tiene abdominales donde podrías lavar la ropa, ¿Cómo que no te gusta? ¿Sabes lo que ahorrarías en la lavandería?

Julián rió por lo de los abdominales.

— Te recuerdo, Kevin, que mi tipo son flacuchos, sensibles, que piensan mucho, critican a la sociedad, me dan atención y me cuidan mucho.

— No conozco a nadie así— Kevin negó.

— Claro, yo tampoco.

Practicó su baile una vez más, su entrenador le dijo lo mismo de siempre, pero que hoy había mejorado un poco más, así que lo dejó ir más temprano.

Tomó su celular y vio varios mensajes de un número que no le hablaba desde hacía unas cuantas semanas.

— Diego dice que ha mejorado lo suficiente para dejarle usar el celular más de una hora al día— le comentó Julián a Kevin.

El pelinegro se encogió de hombros, en verdad, no le gustaba mucho hablar de él desde lo que había pasado.

— Aún le queda mucho en el loquero para que pueda salir— dijo Julián, con algo de alivio.

— Julián, no lo digas así, queda muy despectivo, él no tiene la culpa de estar mal— dijo Kevin, su ceño estaba ligeramente fruncido.

Julián lo miró un segundo hasta que suspiró, asintiendo.

— Tiene la culpa de otras cosas— dijo, por lo bajo.

— Tampoco, él no lo hizo a propósito— corrigió —. La depresión hace que hagas esas cosas, y que hables tan feo no lo ayuda.

Julián parpadeó rápido para despejar su vista, Kevin acarició su cabello.

— Él no tiene la culpa de lo que me pasó, ¿Está bien? Fue un accidente, necesita apoyo con lo que tiene, no le tengas rencor, no va a cambiar nada— continuó hablando el rubio con tranquilidad, aunque Julián no reaccionó — ¿Qué tal si hago tu comida favorita? — preguntó Kevin, mirando al castaño, quien negó.

— Hace meses que no como eso.

— Lo sé, por eso te lo estoy ofreciendo.

Julián lo pensó un momento.

— ¿Podés hacer eso? — cuestionó, a lo que Kevin hizo una mueca de "Puedo intentar"—. Bueno, me gustaría...

El mayor asintió y sonrió, hacia mucho que no cocinaba tampoco.

La comida favorita de Julián eran unos tacos picantes en donde Kevin básicamente metía todo lo que quedaba en la heladera, le agregaba una que otra cosa más, y resultaba en una especie de revuelto, al que el menor le gustaba poner picante, lo podía comer sólo o con una tortilla de maíz para que tuviera más interés.

Al final del día, Julián estaba con una verdadera sonrisa y un rubor en sus mejillas, totalmente encantado y sintiéndose mimado.

— Gracias.

— No me agradezcas, tonto— Kevin hizo un gesto con su mano para que no se molestara.

— Sos muy lindo conmigo, siempre lo fuiste.

— ¿Sentimentalismo? Nada de sentimentalismo, Alvarez.

— Kevin.

— Julián.

— Te amo.

Kevin sonrió mínimamente, sus mejillas se ruborizaron.

— También te amo.

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𝗴𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂 ━━ juli x kevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora