Un npc que sólo desea vivir holgazaneando.

106.

había llegado el amanecer en el continente de los elfos...

en la capital del continente de los elfos entraba la luz del sol indicando la mañana, las aves comenzaban a sacudir sus plumas, las plantas comenzaban a ser nutridas y los muchos elfos comenzaban a abrir los parpados levantándose con ganas de trabajar.

en la oficina de la reina de los elfos...

las puertas las cuales no fueron abiertas en casi 24 horas comenzaron a abrirse con una brisa de viento.

Arwen estaba parada en la entrada de su oficina con una sonrisa fresca, ella comenzó a estirarse mostrando su asesina figura bajo su vestido holgado.

unas caderas anchas, unos pechos enormes y bien firmes, una gran pelvis mostrando su encanto maduro.

detrás de Arwen quien estaba a simple vista bastante fresca.

se podían ver bastantes pociones de resistencia tiradas por el suelo y 2 cadáveres... digo 2 chicos los cuales  a simple vista están completamente agotados a tal punto que no pueden disfrutar de la  sensual vista entregada por Arwen.

Arwen después de estirarse de todo un día de papeleo, pudo respirar aliviada de acabar todo el papeleo acumulado.

aunque mas tarde llegara mas papeleo, Arwen podía tomarse el día libre, después de todo ella firmo un contrato de mana.

aunque lo único que hará el contrato será reducir su capacidad máxima de mana por un tiempo si lo rompe, ella no tenia intenciones de romperlo.

Arwen comenzó a caminar en una dirección especifica.

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se podía ver a amerie en su habitación mirando el techo distraídamente.

amerie estaba en un dilema actualmente.

ella quería saber el como pedirle disculpas a ren de una forma correcta y formal.

amerie hasta ahora, pocas veces pidió disculpas a alguien y la mayoría de las veces fue por una formalidad sin sentirlo realmente, no es como que amerie haya hecho muchas cosas a los demás.

pero amerie es una princesa heredera del continente de los elfos, todos agachan la cabeza cuando ella pasa por las calles, todos se disculpan aunque haya sido error de amerie.

ese orgullo grabado en los huesos no es fácil de quitar normalmente.

"ha...

amerie suspiro pesadamente, aunque ella quería disculparse formalmente, no sabia como hacerlo.

*tock tock 

sonaron un par de golecitos suaves en la puerta de su habitación.

amerie se levanto en piyama, pensó que era una sirvienta que venia a limpiar su habitación.

al abrir la puerta, amerie vio a su madre parada con una sonrisa frente a su habitación.

-hola hija, buenos días, puedo entrar?

amerie se quedo fuera de si por unos momentos.

a pasado años desde que Arwen vino a su habitación.

Arwen ignorando la boca abierta de su hija, entro suavemente y miro alrededor para finalmente sentarse en su cama y mirar a su hija.

-um, al parecer aun no aprendiste a limpiar tu habitación eh?

amerie se despertó con ese comentario, primero respiro hondo tratando de calmarse.