I'am alone - RenGiyuu (SECUELA)

Blood In The Water

" Y lo único que pude ver al abrir mis ojos, fue sangre "

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El silencio aplastador que se formó entre los presentes fue tortuoso para la pareja opuesta, quienes solo miraban nerviosamente a los hombres que tenían enfrente.

-Mm, ¿Felicidades? -dijo Iguro queriendo romper el hielo, y Tomioka suspiró, tocando el puente de su nariz.

-Gracias, Iguro -dijo Rengoku, riendo; un tanto divertido por ver el rostro colorado del azabache a su lado.

-¿Desde cuándo están saliendo? -preguntó Shinazugawa un tanto extrañado. Y entonces, tanto Tomioka como Rengoku se quedaron un tanto tensos al recordar lo que ese albino les había confesado, días atrás. Aunque, éste actuaba como si nada hubiera pasado.

-Bueno... Yo diría que casi un mes -contestó Tomioka, incómodo.

-Por cierto, ¿Por qué no han estado viniendo a la academia? -preguntó Iguro, queriendo apartar un poco el tema, al notar la incomodidad en los semblantes del par ajeno. Sin embargo, ninguno respondió. Y Sanemi, al notar esto, prefirió cambiar de tema.

-Dejemos de lado eso un momento. Rengoku, queríamos invitarte a tí a un bar a las afueras de la ciudad, venden un buen licor allá.

-Me parece bien. Giyu-san, ¿Quieres ir?

Giyu, en silencio, miró un momento a los presentes delante de ellos, y luego a Rengoku, siendo conciente de que no le agradaba a Iguro, ni tampoco a Sanemi.

-Mm, no tengo muchos ánimos de salir hoy.

-Bien. Entonces... No iré.

Su respuesta, sorprendió a los tres hombres que estaban ahí. Más a uno que a los otros dos.

-¿Qué? -Tomioka lo miró, confundido.

-Dije que no iré -repitió, para luego murmurar-. Prometí que no te dejaría solo, ¿Lo recuerdas?

-Rengoku... Me conmueve que digas eso, pero, el no querer dejarme solo no implica que tengas que estar pegado a mí todo el día -dijo Tomioka-. Deberías ir, hace mucho que no pasas tiempo con tus amigos, ¿No?

-Pero... -Kyojuro no iba a negarlo, eso era verdad. Hacia mucho que no salía con sus amigos. Pero, aún asi-. Giyu-san, me preocupas, ¿Estarás bien si te dejo solo?

-Rengoku, no soy un niño, puedo cuidarme bien solo.

-Pero, Giyu-san...

-Estaré bien, tú ve y diviértete.

-... -no muy convencido, dirigió su vista hacia Sanemi y Obanai, sonriendo-. Está bien, iré. Pero, solo será un rato.

-Así se habla, amigo. Yo invito la primera ronda -dijo Shinazugawa, sonriendo como si nada.

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Giyu caminó por las calles, las más pobladas que encontró. Aunque esto no le era agradable, prefería estar en un lugar con gente a estar en uno solitario. Un escalofrío se deslizó a pasó veloz por toda su espalda, viajando por su columna vertebral, subiendo hasta su nuca. Al ir tan distraído, no se fijó por dónde iba, y entonces, pasó lo inevitable. Chocó, con una persona. Desconocida o no, realmente, no lo sabía. Hasta que miró al frente, y se topó con una mirada cerrada.