Después de la ceremonia y descubrir que la maestra todavía es orgullosa para decirme algunas palabras de aliento, porque claro con mis calificaciones ya tengo la vida resuelta. Cuando les conté a mis padres, ellos me dijeron que todavía podía irme de Barce hacia Montesco a seguir una carrera como la de mi mama. Ella es originaria de esa ciudad, pero por alguna razón que todavía no comprendo, se terminó mudando al pueblo natal de mi padre. Ellos se conocieron en una de las tantas funciones que hacia mi mama como actriz de teatro.
— No es por hacer menos tu carrera mama, pero ser actriz no es tan divertido y emocionante que ser hechicera.
— Puedes ser cantante de ópera, ya has estado practicando en el coro de la plaza — dijo mi mama.
— Bueno me gusta cantar, pero no era mi prioridad.
No es de mi agrado ir a Montesco por una razón completamente diferente a lo que tenia planeado. Después de la comida me dirigí a la entrada del pueblo, para despedirme de Miiko. Espero que a ella le vaya bien.
— ¡Miiko! — grité su nombre para llamar su atención.
— Miyu, aun no puedo creer que tú no iras. Todavía estoy pensando en no ir para quedarme contigo.
— Es un gran sacrificio de amistad, pero me sentiría mal si te quedaras por mi culpa. Después de todo quieres usar esta oportunidad para conocer toda Litura. Así que sigue tus sueños.
— ¿Tú qué piensas hacer ahora?
— Puedo hacer una carrera como cantante, ya sabes que amo cantar, no tanto como leer Vivlíos. Así que a lo mejor me voy a Montesco.
— Tienes una increíble voz, Miyu. Así que tendrás éxito.
— Y de que me sirve el éxito si no será divertido. Pero bien, espero que te vaya bien.
— A ti también, si terminas viviendo en Montesco avísame para ir a verte, ya que es más fácil de visitar que Barce.
Mientras me despedía de Miiko, logré visualizar una figura humana con una capucha, que salió junto con otros dos instructores de Gilgamesh. El encapuchado se fue en dirección al cementerio, mientras que los instructores, comenzaban a llamar a los futuros aprendices. Le dije adiós a Miiko con un abrazo emotivo.
Me quedé ahí hasta que el camión que los llevaría a la estación de Ficción desapareció de mi vista. Ahora no sabía qué hacer. La curiosidad me decía que fuera hacia el cementerio para encontrar a la persona misteriosa. Al final ganó, solo espero que no me mate.
Cuando llegué no había ningún vivo, solo muertos. Me estaba preguntando si ya se había ido, cuando note que el gran mausoleo estaba abierto. En todo lo que llevo de vida nunca había visto que se abriera ese edificio.
Me acerque cuidadosamente a la puerta. Ahí se encontraba el encapuchado, solo que esta vez no tenía puesta la capucha. Era un chico, deduzco que un poco mas grande que yo. Su cabello era de color café tirando a rubio. De su cabeza sobresalía algo... ¿Esas son orejas de lobo?
— ¿Puedes dejar de esconderte? Se que estas detrás de mí — dijo el chico sin voltearse, eso me sobresaltó e hizo que saliera de mi escondite.
— Lo siento, no quería espiarte — dije mientras veía como las orejas de lobo desaparecían de su cabeza.
— ¿Entonces entraste accidentalmente o cómo está el asunto?
— Es que nunca esta abierto el mausoleo, así que me dio curiosidad. Aunque viéndolo bien solo hay un sarcófago, ¿es pariente tuyo? — pregunté y la verdad no sé por qué lo hice.
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El Hechicero de la literatura
FantasíaEn un mundo donde esta rígido por los libros conocidos ahí como Vivlíos, la escuela Gilgamesh se encarga de entrenar a los hechiceros. Los hechiceros son humanos que logran hacer un vínculo con un Vivlío. Sumérgete en Litura un país gigantesco con d...