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Despertó por las molestias vibraciones de su celular que estaba en la mesa al lado de su cama, estiró su brazo con la intención de silenciarlo o decirle a quien sea que le estaba llamando que no jodiera un domingo tan temprano, probablemente era el grupo que tenia con los demás chicos y ahora tenía pendiente darles una patada en donde más les doliera.

En cuanto llevó el aparato a sus ojitos se dio cuenta de que e  realidad no era su celular. Y no era mensajes de sus amigos. En la pantalla se iluminaba el nombre de "Kihyunie💕" junto con miles mensajes nuevos. Frunció el ceño y abrió sus ojos por completo para ver a su al rededor.

La habitación era igual en cuestión de espacio, pero la decoración era totalmente diferente. No estaba en su casa. Y lo terminó de confirmar en cuanto su mirada cayó al lado de donde estaba acostado.

Ahí estaba Jimin, con sus ojitos cerrados y un hilo de saliva saliendo por la comisura de sus lindos labios. Yoongi sonrió ante la tierna imagen.

Pero la sonrisa desapareció en cuanto trato de levantarse y sintió dolor en prácticamente todo el cuerpo, soltó un quejido más fuerte de lo que quería, haciendo que Jimin comenzara a removerse. Yoongi de inmediato comenzó a arrullarlo para que no se despertara, sin embrago ya era tarde.

— No soy un bebé, no hagas eso. — Pidió el menor con la voz adormilada.

— ¿Qué pasó? — Le preguntó Yoongi con voz ronca.

— Anoche te peleaste con-

— Recuerdo eso. Mi duda es, ¿Porqué estoy aquí? — Preguntó de nuevo, sobando su costilla izquierda.

— Te traje aquí en la noche, estaba limpiando las heridas de tu rostro y te quedaste dormido. — Explicó mientras se estiraba con flojera. — Debiste está ebrio, mira que aguantar el ardor del alcohol en las cortadas y quedarte dormido. — Se rió mirando por primera vez al mayor, quien sólo tenía la vista en la pared de enfrente.

— Creo que tenemos que hablar, Jimin. — El menor asintió aún sabiendo que Yoongi no lo veía.

— Quédate aquí, te traeré algo para desayunar y alguna medicina. Después hablamos. — Avisó parándose de la cama, Yoongi se iba a negar pero Jimin ya estaba fuera del cuatro. — ¡No trates de levantarte, te vas a lastimar! — Gritó Jimin desde fuera del cuarto. Vaya, parece que el menor lo conoce perfectamente porque ya se estaba preparando para ponerse de pie.

Jimin se dirigió hacia la cocina a preparar algo ligero para el mayor, se le hacía extraño que, a pesar del tiempo en el que estuvieron distanciados y enojados, no se sentía incómodo. De hecho, se sentía aliviado y se atrevería a decir que hasta feliz. A pesar de como llegaron ahí, agradecía que Yoongi estuviera con él.

Al terminar con el desayuno improvisado, buscó entre las medicinas alguna para el dolor muscular, esperando que le ayudara aunque sea un poquito al mayor, porque desde que salió del cuarto que lo ha estado escuchando quejarse.

— No hacía falta que hicieras esto. — Murmuró Yoongi en cuanto Jimin regresó. — Kihyun te ha estado escribiendo mucho.

— ¿Revisaste mi celular, tóxico? — Preguntó con burla, Yoongi soltó un bufido.

— Pensé que era mi celular el que vibraba, tonto. — Explicó. — Deberías contestarle.

— Deberías comer. — Refutó Jimin apuntando a la bandeja con comida que había dejado frente a él. — Y tómate esas pastillas. Es para el dolor.

— No me duele nada. — Respondió encogiendose de hombros para después quejarse una vez más ante el movimiento.

— Claro. No te duele nada. — Jimin sonrió burlón. — Volveré a limpiar las heridas de tu cara y después hablamos, ¿Si? — Yoongi solo asintió sin mirar al menor.

《Bottom²》 ◇Yoonmin Au◇⁶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora