-H-hola, Chinchilla...-
"Dijo Bulletblot mientras caía frenéticamente hacia los brazos de Yera Meg, apenas de pie había llegado tambaleándose y alucinando a la casa de una chica que nació en el norte, una amiga de toda la vida y la persona en quien más confiaba."
Yerania era 2 años mayor que yo, y ya vivía sola, hasta donde sabía soltera, y vivía el sueño que muchos nunca cumplimos, estar feliz consigo misma. Yera salió de su rancho para tener más oportunidades y estudiar medicina en la Capital, bueno, estudiar enfermería. Estando en su último cuatrimestre del servicio, estaba lista para inyectar, colocar los catéteres, y cocer mis heridas como una profesional. Una vez más ella intentaría salvarme la vida."
-Claro, a falta de una mejor opción, recurrir a la chica que siempre te ha querido en secreto, pobre Esteban, tan tonto, tan simple.-
"Yerania era una chica alta y de cara redonda, nariz respingada y con unos labios delgados muy bellos que guardaban unos hermosos dientes blancos y ordenados (no como los de Bulletblot llenos de sangre y un poco flojos por los golpes)."
"Dientes blancos... Esos fueron los primeros detalles que Esteban vio de Megan cuando la conoció 10 años atrás, y lo último que vio entre desmayos recurrentes, ahora solo quedaba Bulletblot que lo único que concebía era escote de la polera blanca que llevaba la mejor amiga de Esteban, ahora que estaba sobre revisándole la herida."
Lo último que recuerdo fue convulsión tras convulsión.
-¡¡Cálmate, cálmate Hurón, vas a estar bien!! Ay... ¿¿Cómo te hiciste estas heridas??-
"Repetía constantemente la chica mientras le curaba las lesiones con alcohol... Y unas pantis limpias que sacó de su cajón."
-No tengo vendas limpias, lo siento, pero créeme, esto es lo más sanitizado que existe.-
Lentamente, la prenda y sus manos se mancharon de sangre, por mi culpa, por primera vez esas pantis no se pintarían con su sangre menstrual. Cómo puedes ser médica y no tener vendajes en tu habitación... AUCH.
-Nunca consideré que un imbécil entraría por mi ventana ensangrentado y herido requiriendo sutura, pero esto servirá.-
Luego de esa elocuente frase, volví a perder el conocimiento, Yera Meg susurró mi nombre y entre sombras caí en un profundo sueño.
...
-¿Qué hora es?-
"Dijo Bulletblot mientras el sol le iluminaba la cara a través de las cortinas blancas de un cuarto que no era el suyo."
-¿Qué día es este? ¿Estoy muerto? ¿Sigo siendo virgen? En donde diantres... Estoy.-
Poco a poco las preguntas se fueron aclarando mientras un par de pequeños pechos sin sostén se asomaban a mi vista bajo la playera blanca de Yerania.
-Buenos días, tarado.-
"Esteban, Bulletblot, notó que ya no tenía su traje. Prácticamente desnudo, pero con las heridas cauterizadas y cocidas, con solo una frazada encima en la entrepierna que por cierto se le alzaba como carpa de circo, dijo:
-Qué carajos Megan. Cómo llegué aquí, tus padres nos van a matar si llegan de imprevisto.-
-Más bien, nadie te mató gracias a mí, Hurón... De nada. ¿En serio no recuerdas cómo llegaste aquí? Ciertamente, mi "diagnóstico" que traías anticoagulante en el sistema en forma de un estimulante muy fuerte no estaba errada. Mírate, literalmente estás rígido de todas partes.-
-Carajo Chinchilla, ¿en dónde está mi ropa?-
-En el otro cuarto, lavándose, en vista de que me dejaste el piso ensangrentado donde si no mal recuerdo perdiste el conocimiento. Ahora mi recámara se convirtió mágicamente en el cuarto de invitados, y mi cama en camilla, ¿y tu "nieve" de qué la quieres bro?-
"Lentamente, Bulletblot se levantó y con su mano se tocó el lado izquierdo, entre el hombro y la espalda, donde ya no había una herida sangrante, sino unas cuatro suturas de 3 cm de largo cubiertas por una gaza limpia, (ya no era una pantimedia)."
"Luego de eso, Esteban caminó con una mano cubriéndole la entrepierna hasta la sala de estar, donde encontró una nota que decía:
- No todos podemos estar locos y terminar muriendo a mitad de la noche, algunas personas debemos trabajar :)
Suerte Hurón. -
Yera Megan."
-Esperaba no encontrarte, pero ahora voy tarde al servicio, ya me tengo que ir, nos vemos, hay algo de comida en el refrigerador y mis padres llegan a las cuatro, así que apúrate. Espero que cuando te vayas dejes las puertas y ventanas cerradas. Nos vemos Hurón, y por favor cuídate.-
"La puerta se cerró de golpe con Megan corriendo hacia su trabajo, antes de que Esteban pudiera decir siquiera un "gracias" sincero, aunque Bulletblot estaba seguro de que Megan no lo hubiera aceptado."
"Luego de un rato, Bulletblot tomó sus cosas ya dobladas y limpias, se puso una playera de Yera, tomó sus botas mineras Caterpilla mientras que Esteban limpió el suelo de la habitación de su amiga, y finalmente ambos tomaron la misma carta que les habían escrito y la colocaron en la cama de la chica escribiendo:
-Gracias Meg.-"
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BULLETBLOT - El Guerrero De Tu Casa
HumorLa justicia nunca fue tan amarga, pero el humor negro ayuda a sobre llevar la vida.