No es Fácil Ser lo que Soy

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No es fácil ser lo que soy...

La mayoría piensa que es una bendición tener los huevos grandes, pero no. Te lastiman con la trusa, y cuando te sientas mal en una silla lo único que escucha la gente es el crujido de tus nueces... Pero lo peor de todo es que te obligan hacer cosas muy locas, cosas que tal vez nunca te atreverías a hacer de estar en mi lugar.

Que ¿por qué menciono todo esto? Porque yo amigo/a mío/a me dedico a lo que mejor sé hacer, romperle la crisma a los pobres imbéciles que deciden traficar armas, lastimar mujeres y contrabandear narcóticos ilegales, porque bueno, el alcohol y los cigarrillos hasta tu abuelita los consume...

-Yo soy BulletBlot.-

Y te rescataré si tu novio está muy borracho como para llevarte a casa.

Esta es mi historia.

El otro día estaba dando una ronda nocturna por un vecindario que nunca antes había visitado. Mi peor decisión de la semana desde comer comida china de la basura.

-Los policías nunca rondan por esta zona.- Así que decidí echar un vistazo.
-Me dije ingenuamente.-

Aquella noche doliente, en ese vecindario sepia como foto de criminólogo, inició un vendaval de sinfonías histéricas que me conmovieron hasta el llanto (déjenme ser algo cursi con ustedes, que no tengo novia). La gran marcha inició con una ráfaga de balas por un ajuste de cuentas entre dos pandillas rivales, entre el fuego cruzado apareció in crecendo el canto de una ambulancia como el de una vikinga en la ópera, luego como si fuera La Marcha de las Valkirias un grupo de patrullas alumbraron el cielo con sus luces azules, (los fuegos artificiales más hermosos que yo haya visto. Finalmente, sentado sobre una torre de luz, (la mejor vista de la ciudad), pude apreciar un espectáculo de fulgurantes chispas de los cables pelados de los nacientes postes. ¡Puta madre! ¡Que afortunado era para apreciar todo eso! Pero creo que mis servicios son requeridos en otro lado, así que me dirigí hacia los tenues halos de las casas más lejanas que no hacían más que reflejar la luz de los televisores que fueron entregados en el sexenio anterior por un voto político del charlatán en turno, conforme me alejaba del ajetreo, paradójicamente la zona se comenzó a sentir progresivamente más pesada y peligrosa, aquí no llegaban ni las patrullas, ni las ambulancias y mucho menos había postes de luz. Sentí cómo se me erizaban los pelos de las nalgas bajo mi traje de licra negro mientras caminaba por una calle sin pavimentar (No, no era Ecatepec Jardines de Morelos).

Treinta minutos después de las doce me encontraba dando mi segundo rondín por el mismo barrio callado y lleno de lagunas pequeñitas que el barrio llama charcas "diaguapuerca" cuando de un momento a otro escuché unos gritos a tres cuadras de donde me hallaba. Comencé a correr todo sudado con mi traje de elastano (por no decir licra), apretando las nueces para que no me estuvieran rebotando. La capucha de mi sudadera negra siempre me cubre el campo visual y lo que faltaba, los autos y camiones estacionados no me ayudan a encontrar el origen del eco difuminado de mi objetivo. Saltando entre los techos de los vehículos pude circundar a través de las calles entrelazadas.

-Supongo que tengo que aprender a adaptarme a mi entorno-.

- A propósito, ¿Cómo se escucharía un narrador de los 50's contando mi historia?-

"Justo cuando Bulletblot saltaba de techo en techo atravesando con su pie más torpe los techos de bodegas, camiones y cableado pelado, alcanzó a escuchar más nítidamente los gritos recurrentes de la misma mujer en situación desesperada."

-¡Sí! Digo, ¡No! Por fin la encontré.-

"Dijo entusiasmado el púber enceguecido por sus aires de grandeza. Rápidamente, saltó sobre un cargamento de metal color rojo con letras blancas, frente al terreno de donde provenían los alaridos."

BULLETBLOT - El Guerrero De Tu CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora