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Estaba en la sala dibujando, me encantaba dibujar, aunque no sabía lo que estaba dibujando, solo dibujaba a lo tonto mientras intentaba no quedarme dormida.
No había podido dormir en toda la noche, de nuevo por los gritos de Bella. Vi que alguien paso por la sala, levanté la vista y vi que era Bella, me sorprendía verla de pie, en todos estos días que he estado aquí ella solo se la pasaba en su habitación.
- ¿Ya almorzaste? - me preguntó Bella y negué con la cabeza, aun estaba sorprendida - ¿Qué es lo que quieres almorzar?
- ¿No quieres que yo haga de almorzar? - le pregunté.
- No, yo haré
Ella camino a dónde estaba la mesa y yo la seguí, para luego sentarme en la mesa.
- Pues has lo que tú quieras, yo como de todo - menti en el como de todo, mucha comida me da asco.
- Bueno, haré unos huevos
- Okey
Huevos, no me gustan mucho en realidad. Me espere un rato y papá llegó a dónde estaba, y se sentó en la mesa conmigo.
- ¿Y Bella? - me preguntó - No estaba en su habitación
- Está haciendo de almorzar — susurre sorprendida.
- Vaya, se levantó para hacer de almorzar, que estés aquí está ayudando y eso que apenas llevas casi una semana
Llegó Bella con unos platos y vio a papá, puso un plato al frente mío que no se veía nada apetitoso la comida, y luego un plato a papá, él y yo nos miramos, íbamos a comer está comida aún así.
- No quedó muy bien - me dijo Bella.
- ¿Quieres la verdad o la mentira? - le pregunté.
- La verdad
- Está espantoso, parece vómito - dije.
- ____ - me regaño papá - No es algo motivador eso
- Intentare motivar, luego, luego - escuché que Bella rio levemente - ¿Lo vez?
Agarre un tenedor y empecé a comerme lo que hizo Bella, realmente tenía un buen sabor.
- Se ve horrible pero sabe muy bueno - le dije.
Bella se había servido de comer y se sentó con nosotros.
- Gracias, creo - me dijo.
- Deberían de salir algún lado - dijo mi padre.
- Saldré con Jacob hoy
- ¿Quién es Jacob? - pregunté.
- Es un buen chico - hablo mi padre - Es hijo de uno de mis amigos
- Que bien
- Deberías llevar a ____ contigo - dijo mi padre y lo mire.
- Claro - dijo Bella.
- Yo paso - dije - Todavía me faltan muchas cosas por acomodar en mi habitación
- ¿Llevas casi una semana y no has terminado?
- Estoy muy cansada
- Está bien
- En la noche podemos ver unas películas - le dije a Bella.
- Si, vemos unas películas - le sonreí y ella me sonrió levemente.
- Por cierto ____, tu madre había dicho que te inscribiera a una escuela, y eso hice, empezarás a ir al la escuela el lunes de la próxima semana - me queje.
- Yo que ya me había tomado está venida aquí como unas vacaciones
Bella y papá rieron, seguimos comiendo. Luego de un rato, Bella se fue con su amigo y papá se fue al trabajo. Había limpiado un poco la casa, luego me fui a terminar de acomodar las cosas en mi habitación. Me gustaba tener todo acomodado, pero a la mitad de lo que acomodaba me daba hueva. Cuando eran las 8, Bella todavía no llegaba, ni tampoco papá. Así que aproveché y agarre mi telescopio, luego aguarde unas cosas a mi mochila.
Salí de la casa y fui al bosque. Era un lindo bosque, aunque papá me iba a regañar por salir al bosque y de noche. Cuando había llegado a un punto perfecto para ver las estrellas, puse una pequeña lona en el suelo y luego acomode mi telescopio arriba de esa pequeña lona, era para que no se manchara el telescopio de tierra.
Cuando había terminado de acomodar todo, me empecé a fijar por el telescopio las estrellas. Se podían ver mejor por aquí.
Estuve un buen rato viendo las estrellas, mientras las estudiaba. Pero llegó un punto dónde estaba sentada en el suelo mientas dibujaba la luna y le estaba hablando a la luna sobre mis problemas, lo cuál me podrían tomar por loca, pero lo bueno es que no había nadie en el bosque.
- Llegan momentos donde solo pienso en acabar con mi vida, pero solo soy muy cobarde y no termino con mi vida - le dije a la luna - Me gusta hablar contigo, aunque eres una luna y no hablas, y es raro que te hable, pero es agradable hablar con algo que no tenga que ser mis familiares, si ellos se enteran o cualquier otra persona me mandarían a un psicólogo o tal vez peor, un manicomio
- Posiblemente a un manicomio
Escuché una voz y me levanté del suelo rápidamente, agarre el bate que había traído. Si, ese mismo bate que usaba cada vez que despertaba asustada, me lo había traído por si había un animal feroz o algo así.
- ¿Quién anda ahí? - pregunté mientras apuntaba a cualquier lugar.
Cómo era de noche no podía ver nada entre el bosque, pero hacía el mayor esfuerzo para poder ver quién andaba aquí.
- Hablar con la luna, es aterrador y de algún loco - volví a escuchar esa voz.
Me moví a dónde había escuchado esa voz, seguía sin bajar el bate.
- Tengo un bate y no tengo miedo de usarlo, al igual que se Tai chi y aikidō y no me dará miedo golpearte
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|Bajo la luna se encuentran dos estrellas. |
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