My Star✩★Seth Clearwater

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CAPITULO 008.

Al fin podía caminar bien y sin necesidad de las muletas.

Me encontraba con Seth, tenía mi cabeza en Seth quien estaba convertido en lobo, él en verdad es muy calientito. Leía un libro en voz alta para que él me escuchará, aunque intentaba no equivocarme o trabarme. El libro que leía era el diario de Ana Frank, le leía el libro a Seth.

— "De día nos vemos obligados a caminar siempre sin hacer ruido y hablar en voz baja para que no nos oigan en el almacén. Me llaman. Tuya, Ana" — dije lo último y cerré el libro.

— Le otra página — me dijo Seth quien ya estaba convertido en humano.

— No, lo hago la próxima vez que nos veamos — le dije — Cuando terminemos este libro, el siguiente libro que se leerá es el niño con el pijama de rayas

— Déjame adivinar — dijo Seth y lo mire — ¿Otro libro que se trata sobre la segunda guerra mundial? — asenti con la cabeza.

— Algo así

— Me gusta mucho el libro del diario de Ana Frank

— ¿A quien no? Es hermoso — dije — Más bien espectacular, perfecto — él rio.

— Si, todo eso. ¿Y como te va en la escuela?

— Bien, me junto mucho con Rhys, aunque a él lo molesta mucho una chica, y yo siempre lo defiendo, y él siempre me agradece cuando lo defiendo

— Que mal que lo molesten

— Si... — dije para luego acordarme de algo — Ooohhh por cierto, tenemos que vernos con Rhys, porque iremos a comprar unos libros

— ¿Él irá?

— Si, quiere unos libros de química, tiene la esperanza de que me va enseñar y lo voy aprender, no fue suficiente para él cuando explote el laboratorio

Estire mi mano para que él la agarrara.

— Así que vamos, quiero mis libros nuevos

Vi como Seth se quejo un poco pero luego agarro mi mano y se levantó del suelo.
Salimos del bosque para ir a dónde nos íbamos a encontrar con Rhys, cuando llegamos vi que estaba Rhys esperándonos.

— Hola Rhys — hablé — Perdón por llegar tarde

— Está bien

— Oh, él es Rhys — le dije a Seth — Y él es Seth — le dije a Rhys.

— Lo sé, nos conocimos en el hospital — dijo Seth.

— Si

— Oh, no lo recuerdo — dije intentando acordarme — Tal vez es porque andaba medio desangrada...bueno no importa, esos libros nos esperan

Puse uno de mis brazos en cada uno de ellos y luego me miraron.

— Así que vamos, porque yo en serio quiero esos libros y si no los tengo, los mataré a ustedes dos

— Vamos por los libros — dijo Seth.

— Si, vamos

Fuimos a una librería y yo comencé a buscar los libros que quería, mientras que Seth era quien los llevaba porque él los podía, no yo. Rhys solo buscaba sus libros de química. Aunque me la pasaba hablando con Seth, porque Rhys le daba pena hablar.

Cuando menos lo espere ahora era yo la que venía callada, porque Seth y Rhys eran los que estaban hablando como si fueran amigos de toda la vida. Mientras ellos caminaban al frente yo iba atrás de ellos.

— Y esa batalla fue genial — dijo Seth.

— Si, estoy de acuerdo con eso — me puse en medio de ellos dos.

— Chicos — hablé y ellos me miraron — ¿Quieren ir a comer algo?

— Si — dijeron ellos dos.

— Conozco un lugar que venden una genial comida, te va encantar Seth — dijo Rhys.

— Pues vamos

Ellos dos caminaron y yo me quedé atrás.

— Me pueden robar y ellos ni cuenta — me dije a mi misma — Capaz y ahorita me atropellen y ellos sigan con su charla

Corri hasta donde estaban ellos para alcanzarlos, luego me puse a lado de Seth, mientras ellos seguían hablando, yo pataleaba las piedras.

Sentí que alguien me había agarrado de la mano y entrelazaba nuestras manos, mire y había sido Seth quien había echo eso. No me quejaba para realmente, pero me hacía sentir nerviosa.

Llegamos a un restaurante, Seth soltó mi mano, y nosotros nos sentamos en una mesa, todavía estaba nerviosa porque Seth había agarrado mi mano. Sentí que alguien me había sacudido.

— ____ — hablo Seth y lo mire — ¿Te encuentras bien?

— Si, ¿por qué lo dices? — pregunté.

— Te quedaste muy callada de la nada — dijo Rhys.

— Bueno, es que ustedes dos estaban muy en su plática que no los quería interrumpir

— De acuerdo... — dijo Seth no muy convencido.

— ¿Qué vas a pedir? — me preguntó Rhys.

— No lo sé, deja veo

Mire la cartilla del menú que un mesero nos había traído anteriormente. Y ahora estaba aquí pidiendo nuestras órdenes.

— Yo quiero unos aros de cebolla y papas fritas, por favor — dije.

— Claro, ¿y ustedes? — le pregunto el mesero a los chicos.

— Alitas de búfalo — dijo Seth mirando mal al mesero, y este que traía.

— Costillas de cerdo — dijo Rhys.

— De acuerdo — el mesero recogió nuestras cartas — Enseguida se los traigo

Seth y Rhys siguieron platicando mientras yo estaba metida en mis pensamientos de problemas que tengo en mi vida y que a nadie le cuento más que a la luna. Nuestras órdenes llegaron y nosotros comenzamos a comer. No tenía tanta hambre, y ya no tenía la misma energía que tenía hace rato, no sé que me había pasado. Cuando había terminado de comer, me llegó un helado de vainilla, mire al mesero.

— Disculpa — le hable a el mesero — Yo no pedí esto

— Es cortesía — me dijo el mesero y luego me guiño el ojo.

— Vaya ____ — hablo Rhys — Andas con todo, ahora yo quiero ser chica, que te regalen un helado, pues yo también quiero — reí.

Seth no parecía estar muy feliz que digamos, ellos terminaron de comer y yo me termine mi helado. La cuenta llegó y el mesera me la dió, vi que venía un papelito a lado, lo abrí y era su número de teléfono.

— Ay que tierno — hablé — Me paso su número de teléfono

— Acepta, así me da un helado gratis como buen amigo que soy tuyo — dijo Rhys.

El mesero volvió y pagamos la cuenta, nosotros salimos del restaurante y Seth me habló.

— ¿De verdad le mandaras mensaje? — me preguntó Seth.

— No, así como esos chicos, no son mis tipos — le dije.