Mis labios se agrietan y sangran ante la ausencia de los tuyos.
Deslizo mi lengua por la comisura de mis labios notando el sabor a sangre que me recuerda tu ausencia. Tengo que dejarte ir mi bella musa, inspiraste mis más profundos versos y ocupaste mis más íntimos pensamientos.
Tuve que escribir esto hace un tiempo pero no encontré las líneas adecuadas, en verdad fuimos los mejores amantes.
Mas que puede hacer un simple chico mortal como yo ante semejante aborigen de tantas cosas, no puedo otra cosa sino perseverar y seguir adelante conmigo mismo.
Despido esta pequeña obra que me habría gustado proseguir a lo largo del tiempo pero que ya no tengo ni las fuerzas ni los sentimientos de proseguir.
Cordiales y bellos deseos a mi musa que tanto anduviste en mi mente.