｡:.ﾟ𝘛𝘏𝘌 𝘉𝘖𝘖𝘒 ￣￣ 𝑪!𝑸𝑼𝑨𝑪𝑲𝑰𝑻𝒀 ￣￣ ﾟ.:｡+ﾟ

8... ¡𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄!

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¡WELCOME TO LAS NEVADAS!

El sentía como alguien le estaban tocando la herida recién hecha. Aturdiendose mediante el tacto, sentía pasar por su rostro una sensación de ardor le estaba dando calor y sentía un aire pasar por su nariz en señal de que alguien estaba respirando cerca de el.

Pero cuando abrió sus ojos, sus pupilas se contrajeron tanto como los abrió, se asustó viendo quien se encontraba en frente de el, Dream ...

Me exalte y solté un quejido, me fuí para atrás arrastrándome hasta que termine pegando mi espalda contra la pared del susto, lo volví a mirar no era Dream, Quackity era el que se encontraba ahí.

El me miraba confundido ante mi reacción.

Vaya si que te vez cansada -su voz se escucho en la parte oscura de la habitación-.

Hey! -el se empezó a toquetear la cara- y mi mi máscara!?

Oh cuando peleamos la rompí.-mentía eso era evidente, el no era estúpido-.

Hay Guardián, guardián, vaya si que eres linda pero lo que te estoy apunto de hacer te dejara una que otra cicatriz -el dejó ver su hacha algo que altero al guardián el intento alejarse más, pero se dió cuenta que su tobillo estaba encadenado-.

Mierda-fue lo que el dijo en voz baja-.

Si no hubieras reaccionado así nada de esto habría pasado no lo crees -el jaloneaba su tobillo intentando quitarse las cadenas de la desesperación-.

Mejor decidió mantener la calma, Purpled tenía razón Quackity ya tenía un plan por si el trato no funcionaba, empezó a inhalar y exhalar así logrando calmarse y guardar las compostura.

Si que estas nerviosa linda, este lugar ¿no te resulta familiar? -El miró todo el cuarto sonriente-.

No.-la seriedad de su voz hizo que Quackity se pusiera un poco nervioso-.

¿Ves esta cicatriz? -El tocó la cicatriz que decoraban su rostro de su ojo hasta su labio-.

El se enfadó al notar que no lo volteaba a mirar, lo estaba ignorando y eso no le gustaba, agarró mi rostro con fuerza para que lo volteara a mirar.

Si la veo -lo miraba con cierto odio,su mirada había decaído por el efecto de la droga, sentía demasiado cansancio por la droga que corría por su sangre-.

Vió como el sacaba otra jeringa, sonriente su mirada dirigida a ella, su espalda estaba llena de escalofríos al ver el hacha de Quackity, estaba débil y lo estaría más.

¿Quieres tener una igual a la mía?

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Maldito hijo de perra. -Se retorcía del dolor al sentir el ardor, Quackity lo había atacado intentando o según él quizo replicar su cicatriz con el guardián-.

Su mano estaba en la herida recién hecha, sus lágrimas caían de la rabia de sentirse tan debil ante él, le dolía demasiado y le daba justo en su orgullo.

Bueno ten - el tiró unas vendas y alcohol enfrente de él - haber si eso te sirve tengo que hacer cosas más importantes querido pero volveré pronto.

Bueno tengo que trabajar, tu ya sabes a lo que me refiero, espero y esto te haga reflexionar, por favor no seas estúpida y provoques que destroze más ese bello rostro.-El cerro la puerta haciéndose un ruido fuerte que invadió todo ese cuarto dejándola allí, sangrando a su suerte-.

Que considerado-ella agarró las cosas que el le dejó a su lado y comenzó a curarse-.

De la sangre que se encontraba en el suelo ella mancho unos de sus dedos y comenzó a escribir en la pared con esa misma sangre sabia lo que estaba haciendo, era patético que lo que el dijo se haya hecho realidad.

Era odioso acudir a él sabía que le diría lo patética e inservible que era, no era como en los escritos un ser superior misericordioso, lleno de bondad y amor, patrañas, era frío, cruel y directo.

El es un Dios que se molesta fácil, no dejará que le falles de manera tan patética, solo eres un grano insignificante para el,
pero no eres reemplazable.

Desesperada intentaba acudir pero la ignoraba de una manera que resultaba hasta cruel, respondió con molestia.

¿Que es lo que quieres?

Lo lamento señor, no he podido recuperar el libro.

Lo sé, ya me lo esperaba, ¿por lo menos tienes un plan?

Si ya estoy cerca señor, pero estoy encerrada.

Libérate sola, no te ayudaré en nada, ¿entiendes? Te juró que si no recuperas el libro tu cabeza y la de tu hermano no estarán pegadas sobre su cuello.

Si lo sé señor, lamento la inconveniencia.

El solo dejó de hablar, se quedó desmotivada ante eso, tenía una herida en su ojo tendría que ceder ante Quackity si quería que su cabeza siguiera unida a su cuerpo.

WELCOME TO THE HELL

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Hola, bueno este capítulo fue más corto, ya que mañana entró a la escuela y quise traerles un último capítulo antes que empiece la escuela. Como sea espero y tengan una bonita noche.