｡:.ﾟ𝘛𝘏𝘌 𝘉𝘖𝘖𝘒 ￣￣ 𝑪!𝑸𝑼𝑨𝑪𝑲𝑰𝑻𝒀 ￣￣ ﾟ.:｡+ﾟ

9...𝐀𝐓𝐑𝐀𝐏𝐀𝐃𝐎

Estaba allí atado a la cama desde su tobillo, el cansancio lo invadía por completo llegando a sentir como si tuviera una venda alrededor de sus ojos sintiéndose incapaz de abrirlos, por el fuerte golpe que le habían proporcionado se sentía débil sintiendo el calor que era intenso debido a la cercanía con la lava. El calor era insoportable que atormentaban a cualquiera que se hospedara en la estrecha habitación daba la impresión de que te quemaba en tan solo cinco minutos de haber entrado.

Sus ojos verdosos fueron abiertos pero al encontrarse con la mirada de Alex cerraron de golpe, pero en ese casi parpadeo llegaban a resaltar entre la opacidad que invadía la esquina de aquella habitación dejandole ver a cualquiera por unos instantes la penetrante y extraña belleza de los orbes aceitunados.

El tono blanquecino de su piel era casi calavérico, sus enormes ojeras no tenían punto de comparación al lado de un mapache pero contrastaban enormemente con su estructura delgada y sus flacuchas manos por la escaza comida su mal estado era evidente a los ojos de cualquiera.

El tan mal estado de su prisionero hizo despertar un interés súbito en el pelinegro un extraño interés que raramente lo estaba carcomiendo vivo.

Vaya tan de la mierda te ves sin tu máscara -los orbes verduscos no quitaban su mirada del cuerpo de el moreno, le causaba escalofríos que recorrían toda su columna, la penetrante mirada del guardián pasando por su cuerpo como si lo estuviera analizando era algo que le extrañamente le interesaba hasta llegaba a fascinarle de manera extraña-.

Alcohol, vendas, algodón y mucha mierda más, esa estrecha habitación ya olía como a pasillo de hospital de tantas cosas que se había puesto para curar su dolor para sellar las profundas heridas que le había provocado Quackity.

Pasaban días Alex investigaba del guardián a partir de los libros que el poseía hacia investigaciones pero cada una de ellas daban a nada.

¿Cuando me sacaras de aquí? -El no respondió a tal pregunta porque no sabía que responder entre más piensa menos entiende ni el mismo se entiende y eso le molestaba a su "invitado"-.

Ese incómodo silencio tal vez y sentenciaria su condena.

Por el pasar de los días al darse cuenta por medio de los libros que tenerlo como un perro no funcionaría para nada en su plan así que empezó a darle comida y agua diariamente.

Te sacaré con una condición -el estaba en el borde de la puerta estaba entreabierta y se podía ver una luz como de un pasillo estaba recargado sobre la puerta- Trabaja para mí y usa el libro.

Ya se lo esperaba con la propuesta que le había hecho antes, estar encerrado en ese asqueroso lugar, le daba agua y comida no le permitía morir de hambre ni sed pues el mismo se encargaba de darle de comer.

Por lo menos agradece que estoy dando de comer a Dream no le daba y comenzó a comerse así mismo -la naturalidad con que lo decía provocaba cierta repugnancia en el guardián-.

Al oír eso se agradecía internamente que a Quackity le conviniera tenerlo vivo y en buen estado de salud ya que sabía de qué si no fuera así el estaría en el mismo destino que Dream.

Perdió la cuenta de los días exactos de cuanto llevaba allí, la cerrada habitación de obsidiana que múltiples veces había intentado romper sin resultados de poder escapar lo había intentado hasta con sus uñas que ahora estaban vendadas.

No seas terca si quieres que tu cabeza siga unida a tu cuerpo. - estaba curando las manos de el guardián-.

Él es un Dios que se molesta fácil, no dejará que le falles de manera tan patética, solo eres un grano insignificante para él,
pero no eres reemplazable. -dijo eso mientras agarraba las vendas que tenía en una cesta-.

¿Piensas que no me he dado cuenta de eso? -El la miró con cierta molestia por su comentario sonrió y siguió curandola-.

Cerró la puerta dejándola allí sola como siempre, el cuarto solo era iluminado por la lava que estaba cerca de ella la sensación del intenso calor ya no la molestaba mucho pero seguia siendo molesta.

Jaloneo un poco su tobillo intentando ver más la cadena que le habían puesto, al intentar ver más, notó que se estaba desgastando de tantas veces que había hecho ese acto.

Así que comenzó a hacerlo con todavía más fuerza intentado ver si se podía romper la cadena, lo intento y lo intento, hasta que su tobillo sangro.

Mierda-el veía su herida no era profunda pero tal vez y se podría infectar-.

Pero ahora tenía una solución larga, pero era una solución, vio por toda la habitación y vio una cuchara que Quackity había dejado cuando le trajo de comer la agarró y comenzó a hacer fricción para ver si eso serviría de más.

Era estúpido intentarlo pero lo haría si aceptaría la propuesta de Quackity.