No Exit

Capítulo 9: La verdadera escoria

Dimensión de Kami...

—¿"Fase 2"? —preguntó Hank.

—Sí, felicidades, lo has logrado.

—¿Felicidades? ¿Significa que podré salir de este lugar?

—Ummm, lamentablemente no, aún falta camino por recorrer.

Hank se decepcionó mucho y ya no quiso preguntar más.

—Pero, alégrate, avanzaste un escalón más —dijo Kami —estar en la "Fase 2" te da algunas ventajas.

—¿Enserio? Y ¿Cuáles son?

—Ahora tienes a un "Verdugo" bajo tu control, #8 ahora seguirá tus órdenes y responderá tus preguntas, también te protegerá de otros "Verdugos" ¿No suena genial?

—¿Verdugo?

—Me refiero a los que tu llamas "ESOS"

—Los "ESOS" se llaman "Verdugos"

—Sí, ya te lo dije, no lo vuelvas a preguntar, no me gusta repetir dos veces.

—Y... ¿Por qué logré la "Fase 2"?

—Por lo que dijiste justo antes de que #8 estaba por matarte ¿Lo recuerdas?

—Claro, dije "lo siento Ana"

—Exacto y ¿Quién es Ana?

—La chica que asesiné antes de suicidarme —dijo Hank apenado.

—¡CORRECTO! Pediste una disculpa y te arrepentiste de todo corazón, eso te hizo pasar de fase, ahora solo tienes que pasar a la "Fase 3".

—Y ¿Cómo lo hago?

—Estas de suerte, esta vez si te lo puedo decir, solo tienes que llegar a mí.

—Llegar a ti, pero ya estoy aquí.

—No seas ingenuo, me refiero a llegar aquí en verdad, en este momento simplemente estas en otra ilusión, realmente sigues amarrado a esa silla en esa fea habitación.

—Pero ¿Cómo sabré llegar aquí?

—Para eso esta #8, el te ayudará, pero eso no significa que te traerá aquí enseguida, de hecho, ni ellos saben cómo llegar aquí sin mi ayuda.

—Bueno, pero tengo más pregun...

—Ya se acabó el tiempo, es hora de irse.

—Pero...

—Adiós, seguro nos veremos pronto, "niño con suerte".

De vuelta en el "Limbo"...

Hank despertó del trance y ya se encontraba desatado, justo enfrente de él estaba #8, Hank asustado le preguntó:

—¿Cómo te va?

Pero #8 se acercó a él y lo levanto del cuello de la camisa, pero al hacerlo esta se rompió y Hank cayó al suelo, estando en el suelo, #8 tiró el trozo de camisa que quedó en su mano y le dijo a Hank:

—Ya levántate, vámonos de aquí.

—Si señor —respondió Hank nervioso, a lo que ambos se fueron.

Jeff y #11...

—Mierda, no entiendo por qué me duele tanto, se supone que no debemos sentir dolor —dijo Jeff.

—Pobrecito ¿Te duelen los golpes que te dieron? —preguntó #11 con sarcasmo.

—Cállate maldita —dijo Jeff, a lo que también la golpeó —más bien, respóndeme ¿Por qué mierda me dolieron los golpes que me dio ese monstruo?