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Dificultad: 5 de espadas.

Oh, si, genial. Cómo si ella entendiera eso.

Sus amigos se preguntaron lo mismo, llegó un señor a explicarles cómo funcionaban las cartas y sus números. La dificultad era mientras más alto el número, pero eso ella ya se lo veía venir. Luego les explicó las formas.

Espadas: Fuerza.
Trébol: Juego en equipo.
Diamante: Ingenio.
Corazones: Traición.

Ella había jugado uno de espadas antes, pero según Aguni, era un juego de diamante, no entendió muy bien hasta ahora.

Juego: Tocado.

Reglas: Huir de la cosa.

En el lugar se escucharon varios quejidos y dudas al aire que no serían respondidas.

«¿Qué es la cosa?» Arisu les preguntó a ella y a karube.

«¿Cómo voy a saber?» El rubio respondió, mirando a todas partes, alerta de lo que podía suceder. Haitsu solo asintió, de acuerdo con el y aún con la mira en el celular.

Condición para ganar: Descubrir la zona segura que está en uno de los cuartos en el tiempo estipulado.

Vale, sencillo. ¿No?

Tiempo límite: 20 minutos.

Bueno, no deben de haber muchas habitaciones...

Si pasan los 20 minutos y aún no se ha encontrado la zona segura, la bomba explotará.

Ah, parecía que lo hacían para burlarse en su cara.

Volteó para ver a Chishiya, quien la estaba mirando. Cuando conectaron miradas, el peliblanco desvió sus ojos a la mesa donde aún habían dos teléfonos. Haitsu frunció el ceño y decidida se acercó a el.

«¿Qué?» El chico le preguntó en cuanto llegó. Su abrió la boca, tratando de decir algo, pero se dió cuenta que no sabía que decir, se había acercado por puro impulso.

«Ah... Suerte en el juego.» No tenían derecho a juzgarla, fue lo primero que salió y lo que tendría más sentido dentro de todo.

«Mmh. Suerte a ti también.» Chishiya se alejó de ahí, con las manos en los bolsillos entró al edificio. Haitsu solo cerró los ojos y suspiró con lentitud, viendo a todos entrar. Caminó junto a sus amigos, dándoles unas pequeñas palmadas en la espalda, en muestra de apoyo.

«Recuerden, si mueren me quedaré con sus celulares.» Advirtió la pelinegra, sonriendo divertida. Ambos chicos la miraron con el ceño fruncido en desaprobación. «No me miren así, por lo menos no hay zombies corredores por acá." Ambos volvieron a mirarla, esta vez Karube le pegó en la cabeza con un poco de suavidad. «Auch, idiota.» Le reclamó.

Caminaron dentro del edificio, Su había decidido subir hasta el piso cuatro por ascensor, quería descansar por lo menos. En cuanto subió, sintió la presencia de alguien a su lado, nada más y nada menos que Chishiya, el médico.

«Hola.» Saludó la chica.

«Hola.» Y fue lo único que recibió. Todo quedó en un silencio perturbador dónde lo único que se escuchaba era el ascensor subiendo. Cuando llegó el piso cuatro Haitsu estuvo por salir, sin embargo, el peliblanco la tomó del brazo. «En realidad no soy cirujano.»

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⏰ Última actualización: May 22, 2023 ⏰

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𝐺𝑜, ℎ𝑎𝑖𝑡𝑠𝑢 !ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora