🫧 Capitulo 19 🫧

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Narra Neteyam:

Cuando entramos en el territorio Omaticaya la cara de Naia era impresionante, tenía una gran sorpresa por este lugar que no se podía aguantar su sonrisa.

Neteyam: ¿Te gusta?

Naia: No me imaginaba que tu hogar era así-dijo riendo-

Neteyam: Ahora mi hogar está en Metkayina contigo, aquellas son las montañas Aleluya. Visitaremos a unos amigos y podremos ir a la cabaña del bosque

Naia: Está bien, así podré conocer a tu amigo demonio

Neteyam: Mejor llámale Spider no quiero que tengáis una pelea cuándo le llames así

Naia: Pero si es un mote muy cariñoso-dijo inocentemente-

Neteyam: Haré como que te creo

Jake: Estamos llegando chicos-informó-

Padre se bajó primero de su Ikran y todos fueron a recibirle, pidió que todos se apartasen un momento y ayudé a bajar a Naia. Todos la miraban con sorpresa y ella se aferró a mi brazo con miedo.

Naia: Neteyam no te separes de mi-dijo mirando a todos lados-

Neteyam: Tranquila Naia, no pienso dejar que pase nada malo

Spider: ¡Neteyam estás bien!-vino hacia nosotros-

Naia: Demonio-saludó-

Spider: Bueno, ya te voy cayendo mejor-sonrió-

Jake: Norm ella es Naia, supongo que la recuerdas

Norm: Claro, encantado de que estés aquí

Jake: Es la mujer de Neteyam-me miró orgulloso-

Spider: Wow, os habéis casado. Que bien hermano-me felicitó-

Un Na'vi se iba a acercar a Naia pero esta utilizó su voz de mando para alejarlo de ella.

Neteyam: Van a creer que eres agresiva

Naia: Mejor, así no se acercan a mi para tocarme como si fueran un demonio del cielo-miró a Spider- No te ofendas

Spider: Para nada

Jake: Se quedarán en la cabaña del bosque, así estarán alejados como para que no vayan mucho a ver a Naia

Norm: Si necesitáis algo no dudéis en pedirnos ayuda, ha estado muy bien verte amigo

Jake: Lo mismo digo

Naia y yo nos despedimos y nos fuimos directos a la cabaña del bosque, el Ikran se subió a un árbol para poder descansar y nosotros entramos a la cabaña.

Naia: Es preciosa

Neteyam: Hacía mucho tiempo que no venía aquí

Naia: Me alegro de que estés feliz

Neteyam: Contigo a mi lado siempre soy feliz

Naia: No me digas esas cosas, me haces sonrojarme-dijo tapándose el rostro-

Narra Naia:

Neteyam: ¿Recuerdas lo que te dije en Metkayina?

Naia: ¿Qué me querías?-dije haciéndome la tonta-

Neteyam: No, que me iba a vengar por ponernos ese mote de "mono azul" cuando llegásemos a la cabaña-se acercó a mi-

Mientras nos besábamos nos acostamos en el suelo de la cabaña y nos di la vuelta para acabar encima de Neteyam. El beso se convirtió en uno más intenso y tentador.

Coloqué mis manos en su cuello y tomó mi cintura entre sus manos para bajar suavemente sus manos hasta mis muslos y apretarlos levemente.

Neteyam: No pienso parar sí accedes a esto cariño

Naia: Necesito que sigas Neteyam-le besé-

Empezó a acariciar con delicadeza mi espalda desde mi cintura hasta mis hombros. Yo jugaba con sus trenzas y tiraba de estas cada mordida en mis labios o cuello que sentía. En una fuerte mordida tiré de sus trenzas y sentí su mano estrellarse contra mi espalda. Ante ese gesto un gemido salió de mi

Naia: Neteyam-dije con mis pupilas dilatadas al igual que las de él-

Neteyam: Te deseo tanto

Me elevó y enredé mis piernas alrededor de su cintura mientras nos besábamos. Me acostó en la hamaca, mientras que se ponía encima de mi. Bajó sus besos a mi cuello quitando todos mis colgantes desesperadamente, mordió, chupó y absolvió cada parte de mi cuello.

Unió nuestras trenzas y ahora deseaba tanto a Neteyam. Se veía que Neteyam sentía un deseo mucho más grande que la primera vez, estaba desesperado por tenerme en conexión con él.

Volvió a estampar su mano contra uno de mis muslos, para sobar ese sitio y volver a estampar su mano. Por fin entró en mi y sentí una enorme satisfacción, se sentía como si Neteyam entrase en el fondo mi interior una y otra vez.

Arañaba y me aferraba a su espalda con sus duras embestidas, él se quejó y agarró mis manos para ponerlas encima de mi cabeza y así poder tener el control de todo mi cuerpo. Con cada embestida brusca y fuerte que hacía gritaba y soltaba gemidos que me eran imposible callar por mi misma pero que Neteyam callaba con mucho gusto.

Neteyam bajó sus besos a mi cuello de nuevo para morderlo fuertemente marcándome, acompañado de una embestida que sentí como llegaba aún más profunda. No pude evitar cerrar mis ojos de la satisfacción y Neteyam repitió esa acción una y otra vez sin cesar.

Poco después un fuerte orgasmo nos arrolló a los dos y juraría que si Neteyam no me hubiera besado pegaría un grito algo alto.

Neteyam: ¿Me he pasado?-dijo abrazándome-

Naia: No, la verdad que no tengo quejas-reí-

Me sentía tan cansada qué no sé en que momento me dormí, solo recuerdo sentir las caricias de Neteyam en mi rostro.

Mi Na'vi del bosque || Neteyam y Naia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora