Las Seis Flores

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La historia que te narrare es una singular, sucede al mismo tiempo que lees esto y sucedió antes de que lo leyeras, está llena de aprendizajes, errores, sentimientos, crecimiento, poder y elecciones, un sin fin de cosas, que empieza con unas esferas, sin embargo, no gira alrededor de ellas, pero es un pilar importante. Desde luego, es necesario que prestes atención a los detalles, porque sin querer se revelaron, y tal vez puedas imaginar el futuro de la historia, tan pequeños e inocentes, tan reales como irreales, pero sin embargo son detalles.

Antes de que comiences a leer esto, piensa en un libro que describa tu vida, como una luz amarilla, clara e intensa, cada vez más brillante, esa luz amarilla que ilumina, te hace seguir, te hace pararte de fuertes caídas, ese pequeño rayo de esperanza hace la diferencia en todo, un sacrificio más para vivir, pones toda confianza en él, porque sabes que llegara a un lado que es mejor en el que ya estas, porque así es como nuestra protagonista lo ve, ya que no esta sola y aunque ella es la protagonista, su protagonismo no viene por ella sola, viene consigo con las personas que la acompañan y sus acciones.

Hace más de cinco siglos una guerra entre seis Reinos dominaba una región del mundo, el día en que se decidiría el destino de cada uno de los Reinos quien sobreviviría y quien perecería un destello en el cielo apareció, el cielo se agrietaba y todos pararon la batalla y de ahí seis esferas tan pequeñas, pero con un brillo resplandeciente como el sol bajaba con gran rapidez, en las que se apreciaba sus colores; amarillo, morado, azul, rojo, verde y café, iban tan rápido que hicieron un ¡Kabom!, que dejo a miles de hombres heridos en la batalla, cada uno de los reyes de respaldarse en la parte de atrás, decidieron ir en busca de aquellos destellos circulares que hicieron gran daño.

Todos los reyes se dirigieron al cráter, al dirigirse vieron un cráter muy pequeño para esa gran explosión, sin saber que pasaba, alzaron sus espadas para atacar, algo resplandecía y se dirigieron en pasos seguros. Miraron con asombro que había en ese cráter seis esferas tan brillantes que lo iluminaban todo, pero eran tan pequeñas que era inconcebible creer eso.

Los reyes estaban alrededor de todo ese gran agujero, uno de los reyes del oeste, avecino a atacarlas para destruirlas por no saber si eran peligrosas, el solo hecho de pensar en esto, hizo que una de las esferas levitara, era la de color morado, se posó enfrente, trato de atacarla, pero ya no había arma en su mano, resplandeció y en un parpadear estaba tomándola en su mano sin darse cuenta.

Uno de los reyes, conto la cantidad de reyes y esferas, luego propuso tomar una, cuando hizo esto, otra de las esferas levito, era la de color café que se puso enfrente de él, el rey solo estiro la mano, sin querer causar daño alguno.

Uno de los reyes solo miraba, no sabía si hacer caso, cuestionaba a las esferas por no saber lo que eran, hacia muchas suposiciones en su mente, aunque seguro iba a tomar una o alguna se posaría en él, enseguida la esfera verde vibro y más rápido que las otras, salió al lado de él, el rey del sur, trato de tomarla con las dos manos, como un amigo, en consuelo.

Quedaban solo tres reyes, uno de ellos proveniente del norte, él se acercó a tomar la esfera que más le gustaba, la de color amarillo, solamente a unos centímetros de tocarla, la esfera de color rojo salió disparada hacia él, arrojándolo por los aires, al reincorporarse, la esfera se puso enfrente de él, aunque un poco disgustado la evadió, se volvió acercar a tomar la amarilla, sin embargo, nuevamente la esfera roja lo volvió arrojar, el rey seguía disgustado, pero no tuvo de otra que tomarla.

El quinto rey hablo con el sexto y decidieron que solo tomaran una cada uno, el segundo asintió, solo eran esferas que se distinguían por el color, aunque ellas habían escogido a cada uno de los anteriores reye. Pero, casi de inmediato, las dos últimas esferas empezaron a girar entre los dos, al quinto rey la esfera de color azul se le poso sobre encima de él, y la amarilla se le puso al último rey.

LAS SEIS FLORESWhere stories live. Discover now