six

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"me gustas, jay"

el rubio se quedó a dormir en la casa del peliazul, pues anoche habían llegado algo tarde y se había despertado antes.
por lo que ahora se encontraba mirando el techo, con un brazo bajo su cabeza mientras pensaba en las palabras que jungwon le había dicho la noche anterior.

«¿qué siento yo por él?» se preguntó jay.

el más alto quería a won, demasiado.

no soportaría que algo le pasara y amaba cuidarlo. de hecho, siempre se había preocupado por el menor.

las veces que jungwon se enfermaba y tenía que quedarse en cama por varios días, jay iba a visitarlo para que no estuviera solo y pasar el rato con él. además, park podía quejarse de la mucha tarea que sus maestros le dejaban o lo mucho que su profesor de literatura, el señor kang, lo odiaba.

pero todo eso no importaba, no importaba porque no era lo mismo que sentía jungwon por él.

lo que el de cabellos azules sentía por jay no sólo era preocupación por el mayor, no sólo lo quería. won estaba enamorado de park y no había nada que se pudiese comparar con eso.

el pelinegro necesitan darle una respuesta pronto a jungwon pero en realidad no tenía idea de cómo y si sería tan rápido como deseaba.

tampoco quería lastimarlo, era lo último que quería.

— te ves guapo cuando estás pensativo — susurró una voz un poco ronca.

jungwon había despertado y lo miraba. cuando jay lo miró con una ceja alzada, se tapó la boca en seguida.

recién se había dado cuenta de lo que dijo y sus mejillas estaban rojas.

park sonrió de lado.

— ¿cómo estás, wonie? — preguntó el pelinegro cambiando el tema — ¿te duele la cabeza?

— un poco — hizo una mueca.

jay negó divertido.

— ¿quieres que te traiga algo? — lo miró expectante — puedo hacerte una sopa.

jungwon asintió sonriéndole después de pensarlo un poco.

— ahora vuelvo, entonces — tomó la cara del menor entre sus manos y depositó un pequeño beso en sus labios.

el pelinegro se paró de su lugar dejando al peliazul en su cama para dirigirse a la puerta de la habitación y bajar las escaleras.

escuchó una voz masculina en la cocina y se extrañó, acercándose lentamente a aquel lugar.

luego recordó que era sábado por lo que el papá de jungwon no trabajaba hoy.

el señor yang era un hombre de negocios, muy pocas veces se encontraba en casa y los días que estaba con su hijo, sábados y domingos, pasaba el tiempo en su estudio hablando por teléfono con clientes o sus trabajadores.

jay siempre se sentía mal por el hecho de que su amigo de cabellos azules estuviese solo en casa. por lo que, de hecho, prefería estar en casa del menor que en la de él mismo.

— lo necesito para el lunes, jang — dijo el señor yang — de acuerdo, sí. gracias, nos vemos el lunes — colgó.

jay había entrado cauteloso, intentaba no molestarlo pero no funcionó pues el señor lo miró mientras comía una pasta algo sorprendido.

— jay, — habló tapándose la boca con una mano mientras masticaba y luego tragó — ¿qué haces aquí?

— hola, señor yang — saludó con una sonrisa nerviosa — anoche jungwon y yo fuimos a una fiesta, — explicó, rascándose la nuca algo incómodo — y volvimos alto tarde así que me quedé. lo siento — se disculpó.

— no, está bien jay — le sonrió tranquilizándolo — prefiero que te quedes aquí a que vuelvas tarde a casa.

el pelinegro sonrió agradecido.

sin decir nada más, jay agarró las cosas que necesitaría para la sopa que le haría a su amigo de cabellos azules.

— ¿resaca? — cuestionó el señor yang a lado del joven de cabellos negros quien seguía preparando la sopa.

— sí, me duele un poco la cabeza — mintió e hizo una mueca.

el padre de jungwon rió negando levemente la cabeza.

— si es para jungwon no me enojo — habló mirando a park — pero dile que si va a volver a beber que no tome demasiado. no le gusta el alcohol así que no sabe hasta donde puede tomar.

jay asintió de acuerdo con él.

tenía razón. jungwon no era del tipo de adolescente que salía a fiestas para alcoholizarse. yang prefería salir con sus amigos al cine, ir a comer o sólo quedarse en casa. en cambio, jay no disfrutaba tampoco beber, sin embargo podía hacerlo sin ningún problema. además, él aguantaba un poco más que el peliazul.

cuando la sopa estuvo lista, tomó un tazón y sirvió en él un poco pera luego agarrar una cuchara, llevándosela a su amigo quien estaba en su dormitorio revisando su teléfono.

jungwon al verlo se sentó en la cama recargándose en la cabecera de esta y colocó el plato sobre sus piernas para comenzar a comer.

— tu padre dice que la próxima vez que tomes no bebas demasiado — susurró jay mirando al menor soplando su sopa.

— ¿le dijiste que bebí? — dejó la cuchara en el plato y miró al pelinegro expectante.

park asintió.

— tranquilo, no me dijo nada — sonrió tranquilizándolo — sólo eso.

jungwon sólo esperaba que, cuando su amigo se fuera, su padre no le reprendiera.

lo que quedaba de la tarde, jay la pasó cuidando a su amigo y decidieron ver películas o solamente charlar, aunque a veces compartían uno que otro beso.



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hola! este fic lo empecé a adaptar hace casi un año y la verdad lo abandoné sin intención de regresar pero aun así continué recibiendo apoyo así que decidí continuarlo después de tanto tiempo sólo porque es un fic que me gusta mucho y realmente no tengo nada mejor que hacer. estaré actualizando seguido, por favor voten y comenten, aprecio mucho el apoyo!

gracias por leer!
- isa <3

kiss me ★,°*:.☆ jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora