Cuando Jeongin despertó a la mañana siguiente, Yuna ya no estaba en la cama. La encontró en la sala de estar, sentada en el sofá entre Hyunjin y Seungmin, desayunando lo que probablemente habían ordenado.
Todos estaban allí, vestidos con la ropa de la noche anterior, con aspecto cansado pero contentos.
"Buenos días" no se lo dijo a nadie en particular y casi todos le devolvieron el saludo con la boca llena.
Jeongin se sentó junto a Changbin en el reposabrazos del sillón. Escogió un panecillo de chocolate de la bandeja llena de dulces y frutas.
Jeongin jugueteó con su panecillo por un rato, tratando de no hacer contacto visual con Hyunjin. Se sentía un poco raro por lo que había pasado anoche, igual que el día después de que Hyunjin lo hiciera correrse. Pero finalmente esa sensación se desvaneció, porque Hyunjin estaba actuando como de costumbre, burlándose de él durante todo el desayuno y haciendo bromas.
Cuando Yuna les dijo que nunca había dormido tan bien como anoche, Hyunjin hizo contacto visual con Jeongin y le guiñó un ojo, mordiéndose el labio.
Jeongin no pudo reprimir la sonrisa que apareció en su rostro y Yuna se la devolvió porque pensó que era para ella.
"¿Qué vas a hacer para tu cumpleaños, Jeongin?" ella preguntó mientras bebía lo que quedaba de su jugo de naranja.
"Estoy pensando en una fiesta en la piscina del hotel de mi tío" Él respondió y Seungmin asintió con entusiasmo.
"Pero va a ser un día antes de mi cumpleaños, el veintitrés, porque mis padres me quieren en casa para la cena de Nochebuena y Navidad"
"¿Tu tío es dueño de un hotel?" Minho preguntó sorprendido y Jeongin asintió.
"El Lotte Hotel"
"Es uno de los más caros del país" Hyunjin dijo.
"Por supuesto que lo es"
Terminaron el desayuno a las doce menos cuarto, y al mediodía salieron del hotel. Y si Jeongin reportó a la mujer de la puerta por acostarse con un cliente, no era asunto de nadie más, solo de él.
La semana siguiente tuvo dos pruebas más, y finalmente terminó la escuela hasta el próximo año. Yuna iba a su casa casi todas las noches, y a Jeongin no le importaba el hecho de que todo lo que hacían antes de dormir era besarse un poco (solo a veces). Rara vez se acurrucaban, y Jeongin estaba bien con eso.
No sabía si debía sentirse culpable por el hecho de que Hyunjin lo había hecho venirse y viceversa, o porque no se sentía culpable en absoluto.
No había visto a Hyunjin desde el día después del baile y, para ser sincero, estaba un poco nervioso por su fiesta de cumpleaños. Empezaría en dos horas, y sabía que Hyunjin iba a venir, y también que todos tendrían su propia habitación en el hotel.
Su madre le había comprado un traje Dolce & Gabbana, y Jeongin estaba entusiasmado por usarlo, porque era el más caro que tenía hasta ahora . Era muy suave y tenía zapatos a juego, y una camisa blanca muy bonita. Su cabello estaba peinado con un suave flequillo y no podía estar más emocionado.
Toda la familia de Jeongin iba a venir, pero sus padres le prometieron que se irían antes de las diez para dejarlo con sus amigos.
La fiesta se celebraría primero en el restaurante, donde todos podrían comer. Luego, cuando los adultos y los niños pequeños fueran a sus habitaciones, llevarían la fiesta a la piscina cubierta, que estaba equipada con un enorme bar y un DJ.
Y Jeongin estaba muy feliz porque finalmente podría beber delante de sus padres y sentirse legal. El pastel se traería a medianoche, y este tendría seis niveles de distintos colores y sabores, también habrían dieciocho cupcakes en la parte inferior, cada uno con una vela para que Jeongin las soplara.