Segundos, volvemos al principio

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Tome el cuchilllo y corri hacia la pared y me voli. Vote el cuchillo. El hombre detrás de esto tenia una mascara echa con la piel de la cara de mi madre. Mi corazón se hizo de piedra. El hombre que era un desconocido para mi me tomo del brazo y un cuchillo que paso por mi frente sin cortarme del todo. Lo patee en los miembros y corrí hacia donde había tirado mi arma. Me subí en cima del hombre y me pateo dos veces en el estomago. Pero yo no sentía nada. Tome el cuchillo y le arranque la mascara que tenia los delicados pómulos de mi madre.
La sorpresa fue inevitable.
-Papa- ¿Porque?- pregunte con voz fuerte.
- Vamos hija, olvidemos esto y vamos a la casa.
Cuando dijo eso note que tenia miedo que lo matara por eso mentia.
- ¿PORQUE HICISTE ESTO? CARAJO!
- ¡Tu madre y tu me hacían la vida imposible! Piensalo Sofia. ¡Si haces esto seras igual a mi! Una asesina.
Le clave el cuchillo en la boca y lo fue deslizando y con eso veía como se le desprendían sus dientes. Gritaba y lloraba y decidí que alguien tan asqueroso no merece el derecho a expresarse. Le corte la garganta le saque la lengua. Veía como se ponía pálido y yo solo reia. Le arranque los ojos y clave el cuchillo por el orificio de los ojos y sentía el cerebro cortarse...
-JAJAJAJ JAJAJA SI SI SI!- pensaba.
Le corte el miembro y con eso le apreté el cuello. Con sus bolas llene el orificio de los ojos. Cuando termine mi trabajo lo vi, era magnifico, era mi obra de arte.
Eramos yo, los arboles y la sangre, y nadie nos podía parar.
Me acosté al lado de mi obra de arte y pensé.
Talvez si soy como mi padre.

Diario de una AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora