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El azabache preocupado y con el corazón a nada de salirse, intentó localizar a su amado novio. Volvió a llamar, pero le mandaba a buzón, rápidamente recordó el GPS, Nikola le comentó cómo podía saber dónde estaba alguien desde su teléfono celular con unos cuantos códigos. Lo intentó y, bingo. Ya tenía su ubicación.
Rápidamente tomó su abrigo, sus llaves y un taser, él se consideraba alguien atlético y fuerte pero la seguridad de su amado era primero. Todo esto ante la vista de sus hermanos adoptivos.
-Beelzebub qué sucedió-habló el mayor de todos, Hades. Se preocupó al ver cómo se había alterado en la llamada.
-Algo le sucedió a Nikola-estaba pálido, no podía ocultar que su novio debe estar muy asustado.
-¡¿Qué dices?! Qué pasó -cuestionó Adámas quién se paró del sillón.
-No lo sé, es solo que -se tomó los cabellos estirándolos -debo ir, no debí dejarlo solo.
-¡¿Fue solo?! Dios mío -Hades se sorprendió viendo la hora, era ya muy tarde-sabes dónde está.
-Creo saber.
-Voy contigo-sentenció.
-Quieres que llame a tus compañeros-preguntó el pelirrojo -sí por favor-bien ustedes vayan.
Hades como Beelzebub salieron y subieron en la camioneta del albino, mientras el de negro buscaba las coordenadas en Internet esperando que le diera un lugar. Y al poco tiempo se lo dio.
-Calle Hobsorg, Avenida Nék.
El de blanco piso el pedal, cambiando la palanca para arrancar, iban muy rápido, pero eso era lo de menos. Ya cuando casi llegaban al lugar, Beelzebub recibió una llamada, un número que bien conocía.
-Bueno -¡Beelzebub! Dime por favor, que Nikola esta contigo-era su hermano Dane.
-No está conmigo-sintió como en la otra línea Dane dejo de respirar y como no estar preocupado si su hermano menor estaba afuera y solo -Nikola me llamo, al parecer algo malo, no, solo debe estar asustado, voy rumbo a su ubicación en cuanto sepa algo te comunico-gracias Beelce-comentó angustiado el joven y le colgó.
-Eso quiere decir que llamó a su hermano-mencionó el albino-por qué no intentas llamar de nuevo a Nikola.
Beelzebub asintió y tecleo los números de nuevo, seleccionando el altavoz entonces se escuchó el sonido de la llamada. Espero y seguía sonando, unos segundos más y lo mando a buzón de voz.
-¡Maldición! - chisto cerrando los dientes.
-Ya casi llegamos, tranquilo lo encontraremos-quiso alentar.
Una vez arribaron, notaron que era una parte bastante lejos de la ciudad, estacionaron la camioneta y comenzaron a buscar.
-Es imposible que Nikola viniera por aquí, esta ruta se desvía completamente de su casa.
