Slice of life

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Es con Michael de 2018, se da después de Halloween Kills y siento que queda perfectamente con la petición:

De Un_CulasoBien_Vergas Una rayita que se vista masculina, con cabello corto y sin embargo tiene un pecho grande.

Michael habla un poco en este capítulo así que disfruten, ¡Vamos!

Eres muy ruidosa en las mañanas, corriendo o caminando demasiado rápido como para tropezarte con tus propios pies, lo bueno para Michael es que suele ausentarse en las noches y llega aproximadamente entre las cinco y seis de la mañana, aunque él no era muy consciente de eso siempre cuando lo ves llegar a esa hora tiendes a recalcar que tiene un reloj integrado, pero tampoco es que le preste mucha atención y tan solo pasa de ti o hurga algo en el refrigerador aunque gracias a su hora estimada de llegada no tenía que escucharte cuando te quejabas por la hora o porque no encontrabas algo, situación que era demasiado frecuente.

Cinco y cuarenta de la mañana. Siendo tan silencioso como era de costumbre entró por la puerta trasera que ya se volvió costumbre que se quedara abierta durante la noche, a final de cuentas, es Michael que está rondando alrededor de la casa y cualquiera que se le ocurra entrar a la casa terminara muerto y en serio no querrás saber la cantidad de veces que eso ha pasado ya que definitivamente te asustarías y por más que a Michael le produce una dopamina en el cuerpo verte asustada solo le será perjudicial.

Iba caminando en dirección a las escaleras en el momento que se escucharon tus pasos apresurados bajando y la prueba que no lo escuchaste entrar se hizo obvia cuando saltaste al tener a Michael cara a cara, o al menos a su mascara de frente. Diste un sonido de sorpresa y tus hombros se encogieron entre sí por el susto causado, estaba casi seguro de que tu cuerpo se iba a hacer hacia atrás debido al agarre que pusiste en el barandal de la escalera.

—¡Michael Dios! —Pusiste tu mano en tu pecho como si eso hubiera causado un susto a tu corazón, parecía como si hubieras visto a un fantasma y aunque esa reacción le pareció gratificante, solo vio cómo te movías en dirección a la cocina con esa inquietante calma que el asesino poseía.

Se giro para observar tus movimientos y como hacías tu rutina de la mañana que ya se sabía de memoria, llevabas ese pantalón negro que te veía usarlo la mayor parte del tiempo o al menos en las mañanas cuando te ibas lo más posible es que al trabajo junto con una camisa blanca que las recuerda de su niñez y como le enojaba que su madre le obligara a usar una de esas cosas, el no entiende cómo te parece cómodo con ese saco que llevas, aunque el color cambia con cada día diferente, Michael lo detesta, aunque el detesta muchas cosas que no implique su mono quemado sucio de tierra y sangre.

—Siempre encuentras una forma de asustarme en las mañanas, puedes hacer ruido cuando llegas ¿Sabes? —Seguías quejándote cómo lo hacías con frecuencia cuando algo así sucedía, lo que era mayormente en esta hora del día, pero al ser Michael no captaba su atención por completo y tus quejas eran tan solo ruido de fondo para sus oídos.

Ya estaba a punto de irse cuando el ruido de una canción comenzó a sonar, suponía que era el celular que tienes que odiaba tanto que sonara incluso en las noches cuando podía descansar, pero que siempre tienes contigo, no recuerda las incontables veces que estuviste apunto de chocar con la pared por ir viendo esa cosa o las veces que tropezabas y te ibas de cara al suelo.

Tenle paciencia, ya está viejo.

Michael siguió su camino hacia las escaleras subiendo con destino a la habitación, quería ir a la cama y aunque odiara admitirlo esa cobija afelpada era tan cómoda y hacía que se durmiera más rápido en las noches de diciembre. Era muy claro que no se molestó en quitarse esas botas sucias, le importaba poco ensuciar la cama, solo se acostó en la cama con tal rectitud que se asemejaba a una tabla de madera con los ojos clavados en el techo. Era esa posición que Michael solía tomar que te recordaba a las películas viejas de blanco y negro de Drácula, especialmente cuando se sentaba en la cama de esa manera que te hacía doler la espalda.

Michael Myers One-Shot's| HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora