diecisiete

804 45 14
                                    

— tenes que hablar con tu papá, jose — dijo el emi, ya nos estábamos por ir al barquito grande ese.

— no, él no me incluyo en su vida, yo tampoco — conteste

— no vas a pasar toda una vida sin hablar con el —

— capaz, no se —

— bue vamos, que se nos hace tarde —

Con emi nos dirigimos directamente al crucero, al entrar reconocí el auto de mi viejo. Emi se percató de mi cara y también del auto, reconocía el auto de su dt.

— dale mi amor, venimos a pasarla bien — dice el agarrando mi mano, dirigiéndome una mirada que me transmitía seguridad y tranquilidad.

— obvio, cómo no pasarla bomba en este barcote,
gordo—

al entrar nos fuimos directamente a ver las habitaciones, al comprobar que eran las mismas que habíamos reservados, nos tiramos a dormir.

me canse de dormir, eso lo hago todos los días en casa. cuando se levanto emi le propuse ir a comer algo, una lija tenia.

— que vas a comer vos ? — cuestiona emi

— y no se, voy a ver qué onda — respondo

— mejor quédate guardando un lugar para dos —

— bueno, dale —

el emi se fue y quede sola sentada en la mesa.

— mira, te traje sandia, tu fruta favorita — exclamó emi llegando emocionadisimo a la mesa en donde estábamos por comer.

— fua sos un ídolo — comente

                                         (...)
— Josefina? — dijo una voz reconocida, como no conocerlo si era la voz del mismísimo aimar.

— pablitoo — dije alargando la "o"

— tu viejo anda como loco buscándote, desde que encontró el auto de tu novio no para de joder con
vos —

— que gede es —

— no, anda mal chabona. ya ni va a ver cómo entrenan los chicos, hasta para comer tenemos que rogarle —

— uh que mal, lo lamento mucho —

— anda a hablar con el, ya no doy más desde que sigo los mismo pasos que el me dejo para entrenar a la selección. — dijo quejándose — creo que me salió una hernia —

— dale pelotuda, anda a hablar con tu viejo —  reclamo
el emi

— y que se yo donde anda — me excuse

— está en la habitación, dale jos porfa —

después de que los dos hombres me rogaran, decidí que era hora de hablar con el pa, no iba a estar alejada de el toda la vida.
llegue a la dirección que pablito me había dado y toque la puerta. Escuché un "" pase "" de su parte, cuando entre estaba tirado en la cama, abrazado a una almohada.

— que gran manera de recibirme — comente apoyándome sobre la puerta

— no sabía que estabas acá — dijo sca defendiéndose

— y tu mujer? — cuestione

— por ahí, ni idea igual — espeto sentándose en la cama

— ah mira vos — dije desinteresadamente, me importaba un pito lo que hacía o no con la novia — arreglemos las cosas, es embolante no tener un compañero de aventuras —

𖦹 𝐓𝐑Á𝐓𝐀𝐌𝐄 𝐒𝐔𝐀𝐕𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 ; emiliano martínez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora